martes, 11 de diciembre de 2012

El Propósito de los Dones del Ministerio.


Efesios 4:12
12 A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.

El propósito de los dones del ministerio es doble: Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio y la edificación del cuerpo de Cristo.

Veamos otras versiones de este verso para entenderlo de manera más clara:
(Castillian)  A fin de organizar al pueblo santo para las funciones del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
(Arcas y Fernández)  Capacita así a los fieles, para que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo.
(Amplificada)  Su intención fue el perfeccionamiento y pleno equipamiento de los santos (Su gente consagrada, [para que ellos hacer]  la obra de ministrar al Cuerpo de Cristo. 
(La Biblia de las Américas)  A fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
(Biblia en Lenguaje Sencillo)  Hizo esto para que todos los que formamos la iglesia, que es su cuerpo, estemos capacitados para servir y dar instrucción a los creyentes.
(Palabra de Dios Para Todos)  Él dio esos dones para preparar a su pueblo santo para el trabajo de servir y fortalecer al cuerpo de Cristo.
(Biblia en Lenguaje Actual)  Así prepara a los suyos para las obras del ministerio en vista de la construcción del cuerpo de Cristo.
(Biblia de Oro)  A fin de que trabajen en la perfección de los santos en las funciones de su ministerio, en la edificación del cuerpo místico de Cristo.
(Biblia Textual)  A fin de adiestrar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
(Biblia Expandida de Fe) a fin de que trabajen en perfeccionar (equipar completamente, capacitar, entrenar, organizar) a los santos (los creyentes en Cristo) para [que hagan] la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (la iglesia).
Al ver todas estas versiones de la Biblia podemos tener una idea más clara de lo que nos está diciendo este versículo.
La palabra perfeccionar es la griega katartismos que significa según Vine: “un ajuste o plena preparación.” Y Strong lo traduce así: “mobiliario completo (objetivamente): perfeccionar.”
El comentario de la Biblia Plenitud lo coloca de este modo: “Adecuar, preparar, entrenar, perfeccionar, calificar plenamente para el servicio. En el lenguaje clásico, la palabra se aplica a la colocación de un hueso durante una cirugía. El Gran Médico está haciendo ahora todos los ajustes necesarios a fin de que la Iglesia no quede «descoyuntada».”
Entonces Dios dio estos dones con un propósito que es darle a la iglesia el “mobiliario completo” a fin de que sea perfeccionada, capacitada, totalmente equipada, adiestrada,  entrenada y organizada con un propósito que es la obra del ministerio.
La Palabra ministerio es diakonia que según Strong significa: “servicio (como sirviente, etc.); figurativamente ayuda, servicio (oficial) (específicamente del maestro cristiana o tecnicamente del diaconado): quehacer, servicio, servir, socorro, ministerio, ministración, distribución.”
Esta es la palabra que se usa para el ministerio de la reconciliación en 2 Corintios 5:19 y que es lo que me parece que habla este versículo; preparar a la iglesia para que puedan cumplir con efectividad la Gran Comisión que se encuentra en Mateo 28:18-20 y Marcos 16:15-16, es decir alcanzar al mundo.
2 Corintios 5:18-20
18  Y todo esto proviene de Dios,  quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo,  y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19  que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,  no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,  y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20  Así que,  somos embajadores en nombre de Cristo,  como si Dios rogase por medio de nosotros;  os rogamos en nombre de Cristo:  Reconciliaos con Dios.

Mateo 28:18-20
18  Y Jesús se acercó y les habló diciendo:  Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
19  Por tanto,  id,  y haced discípulos a todas las naciones,  bautizándolos en el nombre del Padre,  y del Hijo,  y del Espíritu Santo;
20  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;  y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,  hasta el fin del mundo.  Amén.

Marcos 16:15-16
15  Y les dijo:  Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16  El que creyere y fuere bautizado,  será salvo;  mas el que no creyere,  será condenado.
Entonces, vemos que una función importante del ministerio quíntuple es preparar, equipar, capacitar y entrenar a los creyentes en el trabajo de predicar el evangelio a todo el mundo.
La otra labor en este pasaje es edificar el Cuerpo de Cristo, es decir, la iglesia.
La palabra griega para edificación es oikodome que según Vine es el acto de construir (oikos, hogar, y demo, construir).
A través del ministerio quíntuple la iglesia es edificada en amor, fe, conocimiento, gracia y en cada uno de los diversos aspectos de la vida cristiana.
La gran pregunta es: ¿Hasta cuándo serán necesarios estos dones?
La respuesta a esto es importante debido que muchas iglesias y ministros piensan que algunos de estos dones como el apóstol, que es el tema de este estudio, y el profeta, cesaron cuando falleció el último de los doce apóstoles y cesó la revelación es decir, cuando se terminó el canon de la Biblia.
Cuando hablamos del canon, nos referimos a la lista total de libros aprobados para formar parte del Nuevo Testamento por considerarse como inspirados, tal como el que tenemos ahora en nuestras Biblias, lo cual ocurrió en el año 382 DC durante el sínodo de Roma.
Está gente es llamada que dice que los dones ya pasaron son llamados cesacionistas, los cuales para basar sus creencias utilizan 1 Corintios 13:9-12.
1 Corintios 13:9-12
9  Porque en parte conocemos,  y en parte profetizamos;
10  mas cuando venga lo perfecto,  entonces lo que es en parte se acabará.
11  Cuando yo era niño,  hablaba como niño,  pensaba como niño,  juzgaba como niño;  mas cuando ya fui hombre,  dejé lo que era de niño.
12  Ahora vemos por espejo,  oscuramente;  mas entonces veremos cara a cara.  Ahora conozco en parte;  pero entonces conoceré como fui conocido.
Ellos dicen que con la decisión de cerrar el canon de la iglesia, terminaron los ministerios del apóstol y del profeta; pero Efesios 4:13 nos dice otra cosa diferente:
Efesios 4:13
13  Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,  a un varón perfecto,  a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
¿Todos hemos llegado a la unidad de la fe y del conocimiento de Cristo? ¿Todos somos varones perfectos, a la estatura de la plenitud de Cristo?
Es evidente que aún no hemos llegado hasta ese lugar, por tanto no hay sentido en decir que los dones del ministerio del apóstol y el profeta han cesado.
Mientras la iglesia continúe en la tierra ellos seguirán, ya que estos dones son la provisión de Cristo para que Su iglesia alcance la madurez hasta que el venga.   
En Efesios 4:13-16 podemos ver el ideal supremo que tiene todo ministerio:
Efesios 4:13-16 (Biblia Expandida de Fe)
13 [y esto sucederá] hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno [y preciso] del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (el Ungido);
14 Entonces ya no seremos como niños, sacudidos [como naves] por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina (opiniones humanas y corrientes nuevas de enseñanza), que vienen por medio de tretas de hombres inescrupulosos, quienes astutamente traen artimañas engañosas de error para hacernos desviar y caer en sus trampas.
15 Más bien, al hablar la verdad (siendo fieles y verdaderos en doctrina y confesión) en amor, creceremos en todos los aspectos en Aquél que es la cabeza, es decir, Cristo (el Ungido),
16 de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen al ayudarse mutuamente), conforme al funcionamiento adecuado [y actividad propia] de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo [hasta su plena madurez] en amor para su propia edificación.
De aquí podemos tomar varias conclusiones:
La primera es que la iglesia necesita estar rodeada de crecimiento para llegar a la madurez y perfección en Cristo.
Lo segundo es que los creyentes recién convertidos y los que se encuentran en su niñez espiritual pueden ser trastornados fácilmente y ser llevados por vientos de doctrina y enseñanzas falsas.
Lo tercero es que los dones del ministerio que han sido puestos por Cristo nos ayudan a crecer a Su imagen.
Lo cuarto es que la iglesia no llegará a la madurez espiritual ni será conformada a la imagen de Jesucristo sin la obra de los dones del ministerio.
El problema es que muchas iglesias no llegan a la madurez espiritual ni llegan a ser conformadas a la imagen de Cristo debido a que solo han reconocido a los dones del pastor y del evangelista, y de vez en cuando al del maestro, dejando de lado al apóstol y al profeta.
Podemos concluir que los dones del ministerio no fueron puestos por Jesucristo para exaltar ni glorificar a los hombres, sino que fueron puestos para beneficio de la Iglesia. Y como hemos visto tienen una tarea doble: preparar a los creyentes para que hagan la obra del ministerio, que es la Gran Comisión y para que la iglesia sea edificada con la enseñanza de la Palabra de Dios. 

sábado, 8 de diciembre de 2012

La Provisión de Cristo Para la Iglesia


Para entender el ministerio debemos entender la provisión de Cristo para su iglesia, que son los dones del ministerio.

Estos los encontramos en Efesios 4:8, 11-12 donde dice: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto,  llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres…. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”

En el versículo 8, Pablo usa una ilustración del Salmo 68 donde el líder regresa de la batalla con el botín obtenido en su victoria, y siendo exaltado delante de su pueblo, reparte generosamente su botín entre sus seguidores. Por su muerte y resurrección Jesús derrotó a Satanás, rescatando a los cautivos y dándoles dones para la edificación de su iglesia.

Sal 68:18 
Subiste a lo alto,  cautivaste la cautividad, tomaste dones para los hombres, y también para los rebeldes,  para que habite entre ellos JAH Dios.
Dios dio dones a los hombres; esta palabra dones viene de la griega doma que según Vine: “destaca el carácter concreto del don más que su naturaleza benéfica (Mateo 7:11; Lucas 11:13; Efesios 4:8; Filipenses 4:17).

Mateo 7:11
11  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Lucas 11:13
13  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Filipenses 4:17
17  No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.
En estos pasajes donde se usa doma vemos que en Mateo son las buenas cosas que un padre terrenal da a sus hijos; en Lucas es el Espíritu Santo que Dios dará a los que le piden, y en Filipenses las ofrendas que estaban dando los miembros de la iglesia de Filipo para el ministerio de Pablo.
Estos dones son cosas concretas que Jesús estaba dando a los hombres; son personas enviadas con funciones específicas para bendecir a la gente.
 Siguiendo este pasaje podemos preguntar: ¿Cuándo es que fueron dados estos dones?

Efesios 4:8-10
8  Por lo cual dice: Subiendo a lo alto,  llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
9  Y eso de que subió,  ¿qué es,  sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
10  El que descendió,  es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
Cuando Jesús se llevó a los santos del Antiguo Testamento que estaban cautivos en el Seno de Abraham (o Paraíso), que estaba en las partes más bajas de la tierra, esperando la consumación del gran plan de redención de Dios
Una figura del Seno de Abraham o Paraíso lo encontramos en Lucas:

Lucas 16:19-31
19  Había un hombre rico,  que se vestía de púrpura y de lino fino,  y hacía cada día banquete con esplendidez.
20  Había también un mendigo llamado Lázaro,  que estaba echado a la puerta de aquél,  lleno de llagas,
21  y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico;  y aun los perros venían y le lamían las llagas.
22  Aconteció que murió el mendigo,  y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham;  y murió también el rico,  y fue sepultado.
23  Y en el Hades alzó sus ojos,  estando en tormentos,  y vio de lejos a Abraham,  y a Lázaro en su seno.
24  Entonces él,  dando voces,  dijo:  Padre Abraham,  ten misericordia de mí,  y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua,  y refresque mi lengua;  porque estoy atormentado en esta llama.
25  Pero Abraham le dijo:  Hijo,  acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida,  y Lázaro también males;  pero ahora éste es consolado aquí,  y tú atormentado.
26  Además de todo esto,  una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros,  de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros,  no pueden,  ni de allá pasar acá.
27  Entonces le dijo:  Te ruego,  pues,  padre,  que le envíes a la casa de mi padre,
28  porque tengo cinco hermanos,  para que les testifique,  a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
29  Y Abraham le dijo:  A Moisés y a los profetas tienen;  óiganlos.
30  El entonces dijo:  No,  padre Abraham;  pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos,  se arrepentirán.
31  Mas Abraham le dijo:  Si no oyen a Moisés y a los profetas,  tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
En este pasaje vemos como es que los santos del Antiguo Testamento estaban con Abraham en el Hades, que está en las partes más bajas de la tierra.
Es por eso que cuando Jesús le dijo al ladrón que hoy estaría con él en el paraíso no se refería a que iría ese día al cielo sino que descendería al Hades, a la parte llamada el Seno de Abraham.

Lucas 23:39-43
39  Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba,  diciendo:  Si tú eres el Cristo,  sálvate a ti mismo y a nosotros.
40  Respondiendo el otro,  le reprendió,  diciendo:  ¿Ni aun temes tú a Dios,  estando en la misma condenación?
41  Nosotros,  a la verdad,  justamente padecemos,  porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos;  mas éste ningún mal hizo.
42  Y dijo a Jesús:  Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
43  Entonces Jesús le dijo:  De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Pero en 2 Corintios encontramos que el Paraíso ahora estaba en el cielo:

2 Corintios 12:2-4
2  Conozco a un hombre en Cristo,  que hace catorce años  (si en el cuerpo,  no lo sé;  si fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe)  fue arrebatado hasta el tercer cielo.
3  Y conozco al tal hombre  (si en el cuerpo,  o fuera del cuerpo,  no lo sé;  Dios lo sabe),
4  que fue arrebatado al paraíso,  donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

En Colosenses podemos ver cuándo es que el Paraíso fue llevado al cielo:

Colosenses 2:13-15
13  Y a vosotros,  estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne,  os dio vida juntamente con él,  perdonándoos todos los pecados,
14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros,  que nos era contraria,  quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15  y despojando a los principados y a las potestades,  los exhibió públicamente,  triunfando sobre ellos en la cruz.

Fue en la cruz; cuando Jesús los vence es que los exhibe públicamente, como los grandes desfiles de victoria que hacían los romanos cuando tomaban una ciudad y traían de lo mejor que había en ellas. Fue en ese momento que tomo cautiva la cautividad, llevando al cielo a los santos del Antiguo Testamento.

Por ese motivo es que sucedió lo que dice en Mateo 27:52-53: “y se abrieron los sepulcros,  y muchos cuerpos de santos que habían dormido,  se levantaron; y saliendo de los sepulcros,  después de la resurrección de él,  vinieron a la santa ciudad,  y aparecieron a muchos.”

Todo esto sucedió en el momento de la resurrección, y fue después que se llevó a estos santos al cielo que dio dones a los hombres.

Viendo esto podemos afirmar también que estos dones del ministerio vienen y vinieron directamente de Cristo que luego de ser resucitado fue exaltado y sentado a la diestra de Dios.

viernes, 7 de diciembre de 2012

25 Apóstoles que se nombran en el Nuevo Testamento


¿Cuántos Apóstoles se Nombran en la Biblia?

Una respuesta común de la gente es que solo hubo 12 apóstoles, pero si hacemos un estudio minucioso del Nuevo Testamento veremos que a más de 20 personas se les nombra como apóstol, en este capítulo nombraremos a cada uno de ellos.
1. Jesús
Nuestro primer apóstol es Jesucristo mismo.
En Hebreos 3:1 dice: “Por tanto,  hermanos santos,  participantes del llamamiento celestial,  considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión,  Cristo Jesús.”
Aquí se le da a Jesús el título de apóstol.
Hemos definido que un apóstol es uno que es enviado, entonces veamos los pasajes que nos muestran que Jesús fue enviado.
Veamos varios pasajes en el Evangelio de Juan en que Jesús mismo dijo que había sido enviado:
Juan 4:34 
34 Jesús les dijo:  Mi comida es que haga la voluntad del que me envió,  y que acabe su obra.

Juan 7:16
16  Jesús les respondió y dijo:  Mi doctrina no es mía,  sino de aquel que me envió.

Juan 7:28
28  Jesús entonces,  enseñando en el templo,  alzó la voz y dijo:  A mí me conocéis,  y sabéis de dónde soy;  y no he venido de mí mismo,  pero el que me envió es verdadero,  a quien vosotros no conocéis.

Juan 7:33
33  Entonces Jesús dijo:  Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros,  e iré al que me envió.

Juan 8:42
42  Jesús entonces les dijo:  Si vuestro padre fuese Dios,  ciertamente me amaríais;  porque yo de Dios he salido,  y he venido;  pues no he venido de mí mismo,  sino que él me envió.

Juan 12:44
44  Jesús clamó y dijo:  El que cree en mí,  no cree en mí,  sino en el que me envió;

Juan 20:21
21  Entonces Jesús les dijo otra vez:  Paz a vosotros.  Como me envió el Padre,  así también yo os envío.

En estos pasajes Jesús dijo 7 veces que había sido enviado por el Padre.
En Juan 3:16 podemos ver claramente cuál fue el propósito por el que fue enviado por el Padre: “Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,  sino para que el mundo sea salvo por él.”
Dios envió a Jesucristo con el propósito de que el mundo pudiera ser salvo pudiera ser salvo por medio de Su muerte expiatoria en la cruz.
Otra cosa que hemos dicho es que el apóstol toca a los otros cuatro dones del ministerio, es decir, que durante su ministerio puede fluir en cualquiera de los otros dones del ministerio según sea la necesidad.
Veamos lo que la Biblia dice acerca de Jesucristo:
En Mateo 13:57, Jesucristo mismo se llamó profeta: “Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo:  No hay profeta sin honra,  sino en su propia tierra y en su casa.”
En Lucas 19:10, vemos a Jesucristo mostrar el corazón de un evangelista: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”  Y en Lucas 4:43 dijo: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios;  porque para esto he sido enviado.”
Como evangelista Jesús salía de ciudad en ciudad anunciando el Evangelio de Dios.
En cuanto a su ministerio como pastor, Jesús mismo dijo en el Evangelio de Juan:
Juan  10:11-16
11  Yo soy el buen pastor;  el buen pastor su vida da por las ovejas.
12  Mas el asalariado,  y que no es el pastor,  de quien no son propias las ovejas,  ve venir al lobo y deja las ovejas y huye,  y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
13  Así que el asalariado huye,  porque es asalariado,  y no le importan las ovejas.
14  Yo soy el buen pastor;  y conozco mis ovejas,  y las mías me conocen,
15  así como el Padre me conoce,  y yo conozco al Padre;  y pongo mi vida por las ovejas.
16  También tengo otras ovejas que no son de este redil;  aquéllas también debo traer,  y oirán mi voz;  y habrá un rebaño,  y un pastor.

Y en cuanto a su ministerio como maestro podemos ver muchas citas en los evangelios; pero veamos solo una:
Mateo 9:35
35  Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas,  enseñando en las sinagogas de ellos,  y predicando el evangelio del reino,  y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Con estos versos podemos ver que Jesús fue un apóstol porque fluyó en los otros cuatro dones del ministerio.
Durante su ministerio terrenal Jesús eligió 12 apóstoles que lo acompañaron durante casi todo su ministerio terrenal.
En Mateo podemos ver la primera aparición de la palabra “apóstol” y está en relación con los 12 discípulos que escogió:
Mateo 10:1-8
1  Entonces llamando a sus doce discípulos,  les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,  para que los echasen fuera,  y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
2  Los nombres de los doce apóstoles son estos:  primero Simón,  llamado Pedro,  y Andrés su hermano;  Jacobo hijo de Zebedeo,  y Juan su hermano;
3  Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo,  por sobrenombre Tadeo,
4  Simón el cananista,  y Judas Iscariote,  el que también le entregó.
5  A estos doce envió Jesús,  y les dio instrucciones,  diciendo:  Por camino de gentiles no vayáis,  y en ciudad de samaritanos no entréis,
6  sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7  Y yendo,  predicad,  diciendo:  El reino de los cielos se ha acercado.
8  Sanad enfermos,  limpiad leprosos,  resucitad muertos,  echad fuera demonios;  de gracia recibisteis,  dad de gracia.

Aquí encontramos la lista de los apóstoles que eligió, y son los apóstoles del 2 al 13.
2. Pedro
3. Andrés
4. Jacobo
5. Juan
6. Felipe
7. Bartolomé
8. Tomás
9. Mateo el publicano
10. Jacobo hijo de Alfeo
11. Lebeo,  por sobrenombre Tadeo,
12.  Simón el cananista
13. Judas Iscariote 
 A la muerte de Judas los 11 apóstoles que quedaron tuvieron que elegir uno nuevo.
Hechos 1:15-26
15  En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos  (y los reunidos eran como ciento veinte en número),  y dijo:
16  Varones hermanos,  era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas,  que fue guía de los que prendieron a Jesús,
17  y era contado con nosotros,  y tenía parte en este ministerio.
18  Este,  pues,  con el salario de su iniquidad adquirió un campo,  y cayendo de cabeza,  se reventó por la mitad,  y todas sus entrañas se derramaron.
19  Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén,  de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua,  Acéldama,  que quiere decir,  Campo de sangre.
20  Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su habitación, y no haya quien more en ella;  y: Tome otro su oficio.
21  Es necesario,  pues,  que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
22  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba,  uno sea hecho testigo con nosotros,  de su resurrección.
23  Y señalaron a dos:  a José,  llamado Barsabás,  que tenía por sobrenombre Justo,  y a Matías.
24  Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido,
25  para que tome la parte de este ministerio y apostolado,  de que cayó Judas por transgresión,  para irse a su propio lugar.
26  Y les echaron suertes,  y la suerte cayó sobre Matías;  y fue contado con los once apóstoles.  

Podemos ver que lo que ellos buscaban era un substituto para Judas que hubiera estado presente durante el ministerio de Jesús y así eligieron a quién es nuestro apóstol catorce:
14. Matías
Nuestros siguientes apóstoles aparecieron en la iglesia de Antioquía, con el encargo principal de llevar el Evangelio a los gentiles:
Hechos 13:1-4
1  Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía,  profetas y maestros:  Bernabé,  Simón el que se llamaba Niger,  Lucio de Cirene,  Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca,  y Saulo.
2  Ministrando éstos al Señor,  y ayunando,  dijo el Espíritu Santo:  Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
3  Entonces,  habiendo ayunado y orado,  les impusieron las manos y los despidieron.
4  Ellos,  entonces,  enviados por el Espíritu Santo,  descendieron a Seleucia,  y de allí navegaron a Chipre.
En el siguiente capítulo de Hechos se les nombra específicamente como apóstoles:
Hechos 14:4, 14
4  Y la gente de la ciudad estaba dividida:  unos estaban con los judíos,  y otros con los apóstoles.
14  Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo,  rasgaron sus ropas,  y se lanzaron entre la multitud,  dando voces.

Ya que la Biblia los llama apóstoles vemos que nuestros apóstoles quince y dieciséis son:
15. Pablo
16. Bernabé
Pero la Biblia no termina la lista ahí, sino que todavía nos muestra algunos más:
En Gálatas encontramos nuestro siguiente apóstol:
Gálatas 1:19
19  pero no vi a ningún otro de los apóstoles,  sino a Jacobo el hermano del Señor

Entonces nuestro apóstol diecisiete es:
17. Jacobo, el hermano del Señor
 En Romanos 16:7 encontramos nuestra siguiente pareja de apóstoles: “Saludad a Andrónico y a Junias,  mis parientes y mis compañeros de prisiones,  los cuales son muy estimados entre los apóstoles,  y que también fueron antes de mí en Cristo.”
Gordon Lindsay escribe acerca de este pasaje: Como lo pone un escritor: "¿Si fueramos a decir que cierto hombre es destacado entre los ministros lo que querríamos decir no sería simplemente que era un ministro?”
Es claro el significado de que Andrónico y Junias son nuestros apóstoles dieciocho y diecinueve.
18. Andrónico
19. Junias
En 1 Tesalonicenses 1:1 y 2:6 encontramos nuestros siguientes apóstoles.
En el versículo 1 dice: “Pablo,  Silvano y Timoteo,  a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo:  Gracia y paz sean a vosotros,  de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”
Vemos que esta carta la escribieron estos tres ministros del evangelio. Veamos lo que dice el versículo 2:6: “ni buscamos gloria de los hombres;  ni de vosotros,  ni de otros,  aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.”
 De ahí podemos ver que los tres eran apóstoles de Cristo; por eso nuestros apóstoles veinte y veintiuno son:
20. Silvano
21. Timoteo
Nuestro siguiente apóstol lo encontramos en Primera de Corintios:
1 Corintios 4:4-9
4  Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.
5  Así que,  no juzguéis nada antes de tiempo,  hasta que venga el Señor,  el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas,  y manifestará las intenciones de los corazones;  y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
6  Pero esto,  hermanos,  lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros,  para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito,  no sea que por causa de uno,  os envanezcáis unos contra otros.
7  Porque  ¿quién te distingue?  ¿o qué tienes que no hayas recibido?  Y si lo recibiste,  ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?
8  Ya estáis saciados,  ya estáis ricos,  sin nosotros reináis.  ¡Y ojalá reinaseis,  para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!
9  Porque según pienso,  Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros,  como a sentenciados a muerte;  pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo,  a los ángeles y a los hombres.

Aquí Pablo está hablando de su ministerio y el de Apolos, presentando a ambos como apóstoles; entonces nuestro apóstol veintidós es:
22. Apolos
Para los siguientes tres apóstoles que veremos, en la Biblia se utiliza la palabra “mensajeros”, la cual en el griego es apóstolos y es traducida en otras partes de la Biblia como apóstol.
2 Corintios 8:16-23
16  Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por vosotros.
17  Pues a la verdad recibió la exhortación;  pero estando también muy solícito,  por su propia voluntad partió para ir a vosotros.
18  Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias;
19  y no sólo esto,  sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo,  que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo,  y para demostrar vuestra buena voluntad;
20  evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,
21  procurando hacer las cosas honradamente,  no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres.
22  Enviamos también con ellos a nuestro hermano,  cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas,  y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros.
23  En cuanto a Tito,  es mi compañero y colaborador para con vosotros;  y en cuanto a nuestros hermanos,  son mensajeros de las iglesias,  y gloria de Cristo.

En este pasaje encontramos a dos hermanos sin nombre que acompañaron a Tito para llevar la ofrenda de los santos en Jerusalén, a estos hermanos se les llama mensajeros en el versículo 23, pero en el griego apostolos, es decir, ambos eran apóstoles.
Aunque no se les  da un nombre, la Biblia describe a los apóstoles 23 y 24 como:
23. El hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias
24. El hermano cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces
Y finalmente cerramos nuestra lista con el mensajero, es decir, apóstol, que salió de la iglesia de Filipo:
Filipenses 2:25
25  Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito,  mi hermano y colaborador y compañero de milicia,  vuestro mensajero,  y ministrador de mis necesidades

Entonces, nuestro apóstol veinticinco es:
25. Epafrodito
Esta es la lista de los 25 apóstoles que encontramos en la Biblia.