El Don de Fe (Parte 2)
Textos Bíblicos: Daniel 6:16,17,19-23; 1 Reyes 17:2-6; Gálatas 3:5
Verdad Central: El don de fe es una dotación sobrenatural por el Espíritu Santo por el cual aquello que es expresado o deseado por el hombre, o dicho por Dios, llegará definitivamente a suceder.
El don de fe es distinto al don de hacer milagros, aunque ambos dones producen milagros. El don de hacer milagros es activo, mientras que el don de fe es pasivo. No hace nada; recibe pasivamente. En otras palabras, la diferencia entre el don de hacer milagros y el don de fe es que uno hace, y el otro recibe.
El don de fe es una dotación sobrenatural por el Espíritu por la cual aquello que es expresado o deseado por el hombre, o dicho por Dios, llegará definitivamente a suceder. La emisión humana o divina o milagro, seguridad, maldición o bendición, creación o destrucción, eliminación o alteración, llegarán a suceder al fin, cuando han sido proclamados por este don de fe.
El hacer milagros es mas una acción, y el don de fe es mas un proceso. El don de hacer milagros obra un milagro, mientras que el don de fe recibe un milagro. Esto es porque el hacer milagros emplea la fe que activamente obra un milagro, pero el don de fe emplea fe que pasivamente espera un milagro como un contínuo y sostenido milagro. También, cuando el don de fe está en operación, el milagro por el que se cree puede que no se manifieste inmediatamente. Puede que se manifieste después de un largo período de tiempo.
El Don de Fe Para
Bendiciones Sobrenaturales
El don de fe fue usado por los patriarcas de la antiguedad para dar bendiciones sobrenaturales o el cumplimiento de declaraciones humanas. Cuando estos patriarcas estaban a punto de morirse, imponían las manos sobre sus hijos y ordenaban bendiciones sobre ellos. A menudo estas bendiciones no llegaban a suceder hasta muchos años después. Vemos estos en las vidas de Abraham, Isaac y José. Estos patriarcas creyeron que sus declaraciones llegarían a suceder a la hora señalada en el futuro. Esto era el don de fe en operación.
El Don de Fe Para la
Protección Personal
DANIEL 6: 16,17,19-23
16 Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre.
17 Y fue traída una piedra y puesta sobre la puerta del foso, la cual selló el rey con su anillo y con el anillo de sus príncipes, para que el acuerdo acerca de Daniel no se alterase.
19 El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones.
20 Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel, con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, te ha podido librar de los leones?
21 Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre.
22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
23 Entonces se alegró el rey en gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había confiado en su Dios.
Daniel recibió un milagro mientras estaba en el foso de los leones. En aquellos tiempos, y a través de la historia, muchos otros habían sido echados a los leones, y fueron muertos ¿Por qué no dañaron a Daniel esos leones?
La Biblia dice que Daniel "creyó en su Dios." No hay duda de que Dios le dio a Daniel una fe especial - una manifestación especial - para recibir liberación. Daniel no hizo nada: El simplemente se acostó y se durmió. Note que la fe de Daniel era pasiva y no activa, pero él recibió un milagro. Esto era el don de fe en operación.
De la misma manera, Jesús ejercitó el don de fe delante de gran peligro. Durante una tormenta rugiente Jesús durmió en una almohada en la parte trasera de la barca. Esto era el don de fe en operación el cual pasivamente espera un milagro.
Alguien podría argumentar, "Sí, pero ese era Jesús. EL era el Hijo de Dios."
El Espíritu Santo vino sobre Jesús y le ungió cuando fue bautizado por Juan en el Río Jordán. Jesús era tan Hijo de Dios antes de que el Espíritu Santo descendiera sobre ÉL como después. Sin embargo la Biblia nos dice que EL nunca había hecho ningún milagro antes de Su bautismo (Juan 2:11). Después, Jesús ministró como cualquier hombre ungido por el Espíritu Santo ministraría.
Si Jesús hubiese hecho milagros por un poder INHERENTE dentro de Sí mismo [como] el Hijo de Dios, !entonces ÉL no nos podría haber dicho que nosotros haríamos las obras que ÉL hizo! Mas Jesús claramente dijo, "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también. . ." (Juan 14:12). Sin embargo, si Jesús hizo estas obras como un hombre ungido por el Espíritu Santo, entonces ciertamente !los creyentes pueden hacer lo mismo! bajo la inspiración y la unción del Espíritu Santo.
Mientras la tormenta soplaba sobre la mar, Jesús dormía. A ÉL no le molestaba la tormenta. Mientras leones hambrientos andaban alrededor de Daniel, él se acostó y durmió enfrente de aquel peligro. A través de la Biblia, vemos casos donde el don de fe obró para individuos enfrentados a grandes peligros. Ellos poseían una tranquilidad que era sobrenatural; y por esa fe sobrenatural recibieron un milagro.
El Don de Fe Para
el Sustento Sobrenatural
1 REYES 17: 2-6
2 Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
3 Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
4 Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer.
5 Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.
6 Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo.
Aquí vemos una ocasión donde el don de fe fue usado para el sustento sobrenatural en tiempo de hambruna. La fe de Elías tenía que haber sido dada sobrenaturalmente por Dios, ya que era mas allá del razonamiento humano el esperar que cuervos alimentaran a un hombre. Sin embargo, los cuervos trajeron alimentos a Elías por la mañana y por la tarde. Y por esa fe sobrenatural, Elías recibió pasivamente un milagro.
El Don de Fe Para
la Resurrección de los Muertos
Como hemos mencionado anteriormente, los dones del Espíritu a menudo operan unidos. En el caso de la resurrección de los muertos, tres dones operan juntamente - el don de fe, el hacer milagros, y los dones de sanidades. Esta es una razón por la cual no vemos a mucha gente resucitar de los muertos. Algunos cristianos pueden tener uno o mas de esos dones en operación en sus vidas, pero no muchos los tienen todos en operación.
Primero que nada, en la resurrección de los muertos se necesita una fe sobrenatural - el don de fe - para llamar de vuelta al espíritu de la persona cuando ha salido del cuerpo. Se requiere el hacer milagros para resucitar a la persona, y los dones de sanidades; de otro modo, si la persona no es sanada, se moriría inmediatamente otra vez. Por lo tanto, los tres dones de poder se encuentran en manifestación cuando alguien es resucitado de los muertos.
De acuerdo con Albert Hibbert, unas catorce personas fueron resucitadas de los muertos durante el ministerio de Smith Wigglesworth.
El primer caso ocurrió mientras Wigglesworth aun estaba trabajando como plomero. (El ya había recibido el bautismo del Espíritu Santo entonces, pero aun no había entrado en el ministerio activo.)
Una noche fue llamado a la casa de una joven mujer que se estaba muriendo de tuberculosis. Wigglesworth empezó a orar por ella a la 1 en punto. A las 3:30 de la madrugada se murió.
"Fue una ocasión en la que yo no iba a recibir un 'no,' y Dios dijo 'si,'" recordó Wigglesworth. La cara de Jesús apareció en la ventana de la habitación donde Wigglesworth estaba orando. El color volvió a la cara de la muchacha. Ella se dio la vuelta, se durmió, y mas tarde se despertó totalmente curada.
Otro caso tuvo que ver con un vecino que se había muerto justamente antes de que Wigglesworth llegara a la casa de este hombre. La señora Wigglesworth ya estaba allí. Al empezar Wigglesworth a orar por el hombre muerto, la señora Wigglesworth sacudió a su marido, suplicando, "!No, Papá! No ves que está muerto?" Pero Wigglesworth continuó orando.
"Llegué tan lejos como pude con mi propia fe. . ." dijo Wigglesworth, "y luego Dios se agarró de mí. Oh, fue de tal manera que se agarró de mí que podía creer por cualquier cosa. La fe del Señor Jesús se asió de mí y una paz sólida vino a mi corazón." !El hombre volvió a vivir!
Un tercer caso que Wigglesworth contó, fue el de una mujer que se murió inmediatamente después de que Wigglesworth y otro hombre oraran por ella. "Podrías pensar que lo que hice fue absurdo," dijo Wigglesworth, "pero me acerqué a la cama y la saqué de ella. La cargué al otro lado de la habitación, la puse en pie en contra de la pared y la sostuve".
Wigglesworth ordenó al cadáver, "!En el Nombre de Jesús, reprendo esta muerte!" El cuerpo de la mujer empezó a temblar. "En el Nombre de Jesús, te mando que andes!" dijo él y la mujer anduvo. !Ella fue restaurada a la vida!
Esto está por encima de la fe ordinaria de cualquiera. Con la fe ordinaria podríamos sacar a una persona muerta de la cama como Wigglesworth hizo, y decirle al cadáver que camine. Pero con la fe ordinaria no creo que el cadáver fuera a caminar. Se requiere una manifestación sobrenatural del poder de Dios para recibir un milagro como este.
Muchas veces si tomamos un paso de fe - fe ordinaria - la fe que todo creyente tiene, cuando llegamos al final de nuestra propia fe, esta fe sobrenatural tomará posesión. La razón por la que esto no le ha sucedido a mucha gente es porque no han usado la fe que ya tienen.
El Don de Fe Para Echar Fuera a
Espíritus Inmundos
El don de fe puede ser usado en ocasiones, para echar fuera espíritus inmundos de aquellos cuyos cuerpos han sido corrompidos por ellos. Aquí también, más de un don debe estar en operación. El don de discernimiento de espíritus y/o la palabra de conocimientos serán manifestados además del don de fe. Si uno no discierne o "ve" al espíritu, a menudo el espíritu es revelado a través de la palabra de conocimiento. Pero el don de fe aún debe ser ejercitado para echar fuera el espíritu inmundo. Desde luego, sabemos por Marcos 16:17 que la fe general también es eficaz para echar fuera espíritus inmundos.
El Don de Fe Para
Ministrar el Espíritu Santo
GALATAS 3:5
5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hece maravillas entre vosotros, lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Este don de fe se pone en acción al imponer las manos para que la gente sea llena del Espíritu Santo.
Cualquier creyente puede imponer las manos sobre la gente en fe general, y apropiarse de las promesas de Dios y creer en Dios. Pero hay una diferencia entre el creer en Dios con la fe general y apropiarse de Sus promesas, y aquella manifestación sobrenatural que es transmitida de un individuo a otro a través del don de fe especial.
Ahora bien, es posible, en la fe general, el imponer las manos en una persona para sanidad o para cualquier otra bendición; y aunque nada se manifieste visiblemente si es recibida, es con todo una demostración del poder de Dios.
Sin embargo, si una persona impone las manos sobre otra y se ministra a través de ellos sanidad, o la llenura del Espíritu Santo por una manifestación sobrenatural, entonces eso es el don de fe especial en operación.
Así que Dios obra de ambos modos. Por nuestra fe general apropiándose de las promesas de Dios y recibiendo Su poder así; y, por otra parte, por una manifestación sobrenatural de Dios ministrada de una persona a otra - lo cual es el don de fe en operación.
Texto Para Memorizar:
"Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría. . . a otro, fe por el mismo espíritu. . ." (1 Cor.12:8,9).
LA LECCION EN ACCION: "Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores..." (Santiago 1:22).