Cristo el Ungido en
el Creyente
Si
eres un creyente nacido de nuevo, tú estás en Cristo, si Cristo en ti tú estás
en Él.
La
palabra Cristo significa "el
ungido" y si estás en Cristo significa que estás en el Ungido y en su
unción.
En 1
Juan 2:20 y 27 dice que la unción está en ti.
1 Juan 2:20, 27
20 Pero vosotros tenéis la unción del
Santo, y conocéis todas las cosas.
27 Pero la unción que vosotros recibisteis
de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así
como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
La
unción del Espíritu Santo está sobre ti y la unción permanece. La unción no se
va, la unción permanece en ti.
La
unción está siempre contigo; si caminas para adelante la unción está contigo;
si caminas para atrás la unción sigue contigo, si vas para el costado la unción
continúa a tu lado. Si te acuestas la unción sigue ahí y cuando te levantas
también.
En
Efesios 1:13-14 dice lo siguiente: "En
él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de
la posesión adquirida, para alabanza de
su gloria."
Cuando
tú recibiste a Jesús fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa. Esto
no es el bautismo con el Espíritu que recibiste posteriormente; sino que en ese
momento recibiste a la persona del Espíritu Santo en tí.
Al
nacer de nuevo el Espíritu Santo vino a morar en tí; y cuando vino el Espíritu
Santo vino la unción sobre tí; por ese motivo es que tú y yo tenemos la unción.
Tú no
tendrás la unción, ¡tú ya la tienes!
¿Qué
es la unción? Es el poder de Dios para hacer lo que no puedes hacer; el poder
de Dios que te capacita para hacer algo.
La
palabra unción es sinónima de la palabra untar.
A
quien no le gusta el pan con mantequilla, es una de las cosas que más me gusta;
me pueden colocar palta, jamón, pate o mermelada y mí preferida siempre será la
mantequilla.
¿Qué
sucede cuando colocamos la mantequilla a un pan? ¿Cómo queda la mantequilla?
Quedan juntos, unidos, pegados.
Si le
echamos mantequilla a un pan, ¿se la podemos quitar? no podremos hacerlo, por
más que tratemos y tratemos la mantequilla siempre quedará pegada al pan.
Es lo
mismo que pasa contigo; tú estás en Cristo; Cristo está en ti, su unción está
pegada en ti.
Un
predicador decía una vez: "El
Espíritu Santo está contigo cuando tú manejas, pero cuando empiezas a manejar a
más de 100 kilómetros por hora se va."
Eso
es una gran falsedad; el Espíritu Santo sigue contigo; y si vas a 200
kilómetros por hora sigue contigo; y si aceleras a 300 kilómetros por hora
sigue ahí, y si llegas a los 500 kilómetros por hora y te matas, y te vas al
cielo; el Espíritu Santo estuvo contigo todo el tiempo, no se va en ningún
momento.
El
Espíritu Santo está morando en ti, la unción está sobre ti.
Ahora,
lo que debemos entender es que la unción viene sobre nosotros y nos capacita
para hacer algo. La unción no es solo para nosotros es también para llevarla a
los demás. La unción que Dios te dio no es solo para tí sino también para que
la lleves a otros lados; para poder ministrar a otras personas.
En
Hechos 10:38 dice: "Cómo Dios ungió
con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él."
Dios
ungió a Jesús de Nazaret con un propósito, en este caso particular para hacer bienes
y sanar a todos los oprimidos por el diablo.
La
unción vino sobre Jesús para hacer algo.
Vamos
al capítulo 4 de Lucas donde nos habla más específicamente de la unción sobre
Jesús.
Lucas 4:14-18
14 Y
Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de
alrededor.
15 Y
enseñaba en las sinagogas de ellos, y
era glorificado por todos.
16
Vino a Nazaret, donde se había
criado; y en el día de reposo entró en
la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
17 Y
se le dio el libro del profeta Isaías; y
habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito:
18
Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido PARA. . .
La
unción es PARA; la unción es PARA; la unción no es solo para guardártela; la
unción es siempre para hacer algo.
Sigue
diciendo:
Lucas 4:18-19
18
Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido PARA dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos;
19 A
predicar el año agradable del Señor.
Vemos
aquí el propósito del ministerio de Jesús; predicar, liberar, sanar, dar buenas
noticias.
El
evangelio son siempre buenas noticias, hemos sido ungidos para predicar buenas
noticias.
¿Cuál
es la buena noticia para el pobre? Que en Cristo ya somos ricos. No lo seremos
sino que ya lo somos.
Sea
que tengas dinero o que no lo tengas ya eres rico; solo tienes que aprender a
caminar en la bendición que ya está en ti.
Son
buenas noticias para los pobres, no tienen que quedarse en el estado en el que
están; porque por medio de Cristo ya somos ricos.
Pero
también son buenas noticias para el enfermo; no tienes por qué estar más tiempo
enfermo; Jesús ya tomó tus enfermedades, llevó tus dolencias y por sus llagas
ya fuiste curado.
El
evangelio son buenas noticias para tí y
para los demás; y tú has sido llamado, has sido ungido por Dios para hacer
algo.
Sigamos
leyendo Lucas 4
Lucas 4:20-21
20 Y
enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la
sinagoga estaban fijos en él.
21 Y
comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Veamos
lo que pasa acá; Jesús les está diciendo: "Hoy
se ha cumplido delante de ustedes esta Escritura."
¿Que
Escritura? Lo que dice en Isaías 61, que es lo que estaba leyendo Jesús; que la
unción estaba sobre Él.
Y la
unción sigue sobre Jesús porque en Hebreos 13:8 dice que Jesucristo es el
mismo, ayer, hoy y siempre.
Jesús
no ha cambiado, el sigue haciendo lo mismo el día de hoy; pero ¿cómo lo hace
hoy? A través de su cuerpo.
La
iglesia es llamada el cuerpo de Cristo, Jesús es la cabeza y nosotros el
cuerpo.
Efesios 1:22-23
22 Y
sometió todas las cosas bajo sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la
cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel
que todo lo llena en todo.
Jesús
es nuestra cabeza.
En el
Salmo 133, hablando de la unción y la comunión dice lo siguiente:
Salmo 133
1
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en
armonía!
2 Es
como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba
de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras;
3 Como
el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía
Jehová bendición, y vida eterna.
De
ese mismo modo la unción viene sobre Jesús que es la cabeza y desciende sobre
todo su cuerpo.
En
Mateo 28:18-19 cuando habla de la autoridad del creyente dice: "Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto,
id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
Es decir,
cuando Cristo resucitó, recibió toda la autoridad, y si la cabeza recibió la
autoridad también la recibió su cuerpo; y lo que Jesús les está diciendo es que
ya que el recibió toda la autoridad, también la tiene su cuerpo; es decir
nosotros que somos la iglesia.
La
cabeza no puede recibir los pies y que los pies se queden sin ella. Tú eres el
cuerpo de Cristo y como tal recibiste la unción.
Tu ya
tienes la unción, porque como Él es, eres tú en este mundo (1 Juan 4:17).
Como
Cristo es, eres tú en este mundo; si Jesucristo es ungido, tú también eres
ungido.
Es
por eso que nos llamamos cristianos; cristiano significa uno como Cristo; o un
pequeño Cristo; o como me dijo hace años un hermano eres un cristito.
Cristo
significa "el ungido";
entonces el cristiano también significa "uno
que es ungido".
Al
llamar a tu hermano "cristiano"
le estás diciendo que es un ungido; no le estás diciendo que será un ungido;
como si hablásemos de algo en el futuro sino que en el presente ya es un
ungido. Es un ungido hoy.
Tú ya
tienes la unción, y es por la unción que hay en ti que puedes hacer algo. Y es
por esa misma unción que tu puedes hacer las obras de Jesús en esta tierra.
Tu
has sido llamado para hacer las obras de Jesús en esta tierra; ¿Y cuáles eran
las obras de Jesús en esta tierra? Él predicaba, enseñaba y sanaba a los
enfermos.
En
Mateo 4:23 dice: "Y recorrió Jesús
toda Galilea, enseñando en las sinagogas
de ellos, y predicando el evangelio del
reino, y sanando toda enfermedad y toda
dolencia en el pueblo." Y en Mateo 9:35 dice: "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en
el pueblo."
Las
obras de Jesús consistían en predicar, enseñar y sanar a los enfermos; y eso
debemos hacer hoy porque estamos ungidos para eso.
Él
nos dio el ejemplo para que también hagamos lo mismo; podemos ver esto al leer
los Evangelios donde Jesús hacía estas cosas.
Tú
puedes hacer también las obras de Jesús en esta tierra y ser de bendición para
la gente porque tienes la unción.
En
Juan 14:12 dice: "De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre."
¿Cuáles
son las obras mayores de las que habla Jesús?
Cuando
Jesús estuvo en la tierra ninguna persona nació de nuevo, porque el Espíritu
Santo no había sido enviado porque Jesús aún no había sido glorificado.
Pero
cuando Jesús murió y resucitó, el Consolador fue enviado a la tierra.
Y fue
la primera vez que estuvo con los discípulos después de resucitar que Jesús que
Jesús sopló sobre ellos y ellos recibieron el Espíritu Santo.
Juan 20:19-22
19
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar
donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús,
y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y
cuando les hubo dicho esto, les mostró
las manos y el costado. Y los discípulos
se regocijaron viendo al Señor.
21
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
22 Y
habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Las
mayores obras son que nosotros predicamos el Evangelio y resucitamos muertos
cada día. Cada vez que predicas el Evangelio y una persona nace de nuevo, ¡tú
resucitas un muerto espiritual!
Resucitamos
gente que está muerta espiritualmente, los cuales estaban yendo al infierno
pero que ahora han pasado de muerte a vida; sus pecados son perdonados, y ahora
son salvos, ahora tienen la vida eterna; tienen el Espíritu Santo y tienen la
unción, como tú.
¿Sabías
que el día más traumático de Satanás fue el día de Pentecostés?
Porque
ese día, cuando el Espíritu Santo se derramó sobre la iglesia, el diablo se dio
cuenta y dijo: "Uyuyuy, antes era
solo Jesús y ahora son 120."
Y un
rato después Pedro predicó y se convirtieron 3,000 más y ahora eran 3,120.
Ese
día le dio un patatús al diablo. Quedó completamente traumatizado cuando vio
gente completamente ungida como Jesús.
Y tú
estás entre esa gente ungida.
Hay
gente que le tiene miedo al diablo pero el diablo es quien te tiene miedo a ti;
porque Cristo está en ti; y por eso tu estás ungido.
Para
poder ministrar a otros, tú debes saber quien eres; y si sabes quien eres
podrás ministrar a otros.
Durante
mis 30 años de cristiano he visto muchísimos cristianos derrotados, y esto
sucede principalmente porque no saben quienes son en Cristo.
No
saben que están en Cristo, no saben que tienen la unción, no saben que tienen
la autoridad. No saben que tienen el poder.
¡Algunos
ni siquiera saben que tienen el Espíritu Santo!
Pero
tú lo tienes.
Tu
eres más que un vencedor (Romanos 8:37).
¿Que
significa ser más que un vencedor? Sencillamente que alguien venció por ti y
que tú estás disfrutando la victoria.
Un
pastor se fue a almorzar con el evangelista que había invitado a su iglesia.
Comieron una gran y abundante cena y llegó la hora de pagar la cuenta.
"Yo pago", dijo el
evangelista; "No, yo pago",
dijo el pastor; y así estuvieron un rato mientras los ánimos de ambos se iban
caldeando.
Cuando
estaban listos a golpearse. el mozo les dijo que vean la cuenta; y al verla
descubrieron que estaba escrita en ella la palabra "cancelado".
Cuando
preguntaron, ¿quién pago?, el mozo les señaló una mesa donde habían unos
hermanos sonriéndoles.
Ellos
habían disfrutado de la cena sin haber pagado nada.
Nuestra
cuenta ya fue pagada, la victoria ya fue hecha, Jesucristo ya venció al diablo,
y el diablo ya fue derrotado.
El
diablo ya no tiene poder sobre ti, Cristo ya te dio la victoria.
Tú
tienes la unción; la unción está en ti; tienes la capacidad porque Dios te la
ha dado. Te la ha dado para hacer las cosas que antes no podías hacer pero que
ahora si puedes.
Porque
Cristo está en ti; porque no eres tú sino Cristo en ti, porque no es tu poder
sino el poder de Dios en tí; es lo que está en ti, la unción que está en ti.
A
veces cuando hay varios hermanos orando por una persona y alguien sana dicen: "Fue mi mano, fue mi mano lo que la
sanó."
Una
vez en una reunión después de orar por una persona un pastor veía su mano, como
si hubiese sido su mano lo que provocó el milagro.
¡No!
¡No es tu mano! ¡Es lo que está detrás de tú mano!
No
eres tú, es el que está contigo; es el que cuando tú actúas conforme a la
Palabra, la respalda con señales y prodigios.
Por
eso en Marcos 16:20 cuando dice: "Y
ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra
con las señales que la seguían." Lo que en realidad dice en el griego
es que él Señor trabajaba juntamente con ellos confirmando la Palabra con las
señales que le seguían.
Cuando
tú predicas el evangelio Jesús está trabajando juntamente contigo; por eso no
debes ir confiado en tus propias habilidades sino confiado en Cristo que está
contigo. Porque lo que tú no puedes hacer, Él si lo hace. Además, tú con Él son
la mayoría absoluta, son el equipo ganador.
Cristo
en tí, tú tienes la unción.
Entonces
ya sabes quién eres, eres un ungido, eres un cristiano.
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