El Don de Profecía
Textos Bíblicos: 1 Corintios 14: 1-5; Hechos 21: 8-11; 1 Tesalonicenses 5: 19-21
Verdad Central: La profecía es una declaración sobrenatural en una lengua conocida.
La profecía es el mas importante de los tres dones de inspiración o expresión. La razón por la que es el mas importante es porque se requieren los otros dos - diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas - para igualar a la profecía.
Pablo dijo, "... mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete..." (1 Cor. 14:5), [implicando] que el hablar en lenguas e interpretar es equivalente a la profecía. Por tanto, la profecía es en realidad el más importante de estos tres dones de inspiración o expresión.
La profecía es una declaración sobrenatural en una lengua conocida. Los diversos géneros de lenguas es una declaración sobrenatural en un lengua desconocida. La interpretación de lenguas es una demostración sobrenatural de aquello que ha sido dicho en lenguas.
La palabra hebrea que es traducida "profetizar" significa "fluir adelante, derramar." Lleva consigo el pensamiento de "burbujear como una fuente, dejar caer, levantar, voltear, brincar." La palabra griega que es traducida "profetizar" significa "hablar por otro." Significa el hablar por Dios, o el ser Su portavoz.
El Don de Profecía Para Todos
1 CORINTIOS 14: 1-5
1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
2 Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
3 Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.
4 El que habla en lengua extraña, a si mismo se edifica, pero el que profetiza, edifica a la iglesia.
5 Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero mas que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
En este pasaje de la Escritura, Pablo nos dice que deseemos los dones espirituales, pero especialmente que profeticemos. Esto no quiere decir que no hemos de desear los otros dones, sino que hemos de poner este don primero. Al final de este capítulo, Pablo repite, "Así que hermanos, procurad profetizar." Así, Pablo, escribiendo por la inspiración del Espíritu Santo, enfatizó la importancia de la profecía.
El Don de Profecía
en el Ministerio del Profeta
El simple don de profecía no debería confundirse con el oficio del profeta. "Pero el que profetiza habla a los hombres para EDIFICACION, EXHORTACION, Y CONSOLACION" (1 Cor. 14:3). De este modo, podemos ver claramente que en el simple don de profecía no hay revelación. En el oficio del profeta, sin embargo, a menudo encontramos revelación fluyendo incluso por profecía.
También es interesante el notar la diferencia entre la profecía en el Antiguo y el Nuevo Testamentos. En el Antiguo Testamento la profecía esencialmente es para predecir o pronosticar sucesos futuros, mientras que en el Nuevo Testamento se traslada fuertemente a relatar o expresar. En el simple don de profecía no hay predicción alguna.
Note que Pablo le está diciendo a toda la Iglesia en Corinto que codiciasen profetizar y que desearan los dones espirituales -pero "más que profeticéis." Sin embargo Pablo había acabado de decirles en el capítulo doce de Primera de Corintios que Dios había puesto a unos en la iglesia, "... primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros..." (v. 28).
Luego Pablo preguntó, "¿Son todos apóstoles?" La respuesta es no. "¿ Son todos profetas?" No, no podría ser. Si el profetizar te hiciera un profeta, entonces Pablo se estaría contradiciendo a sí mismo. Sin embargo, el hecho de que hayas profetizado no te hace un profeta. Significa que has ejercitado el simple don de profecía.
Por ejemplo, un hombre rico tiene dinero. Todos nosotros tenemos por lo menos un poco de dinero, pero eso no nos hace ricos. Del mismo modo, un profeta profetiza, pero uno que profetiza no es necesariamente un profeta. Un profeta, por ejemplo, tiene más dones del Espíritu en operación que solo el don de profecía. El tiene los dones de revelación operado junto con la profecía.
Pablo dijo en Primera de Corintios 14:29, "Los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen." Luego en el versículo 30 dijo, "Si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, (esto es, otro profeta), calle el primero." Aquí está hablando de revelación. El profeta tiene estos otros dones de revelación operando a través de él.
Por lo tanto para estar en el oficio de profeta, una persona debe tener operando en su ministerio del don de profecía más por lo menos dos de los dones de revelación: sea la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia, y/o el don de discernimiento de espíritus.
Por lo tanto, no debemos confundir el oficio del profeta con el simple don de profecía que todos los creyentes deben procurar. Todos pueden tener el don de profecía, porque Dios no nos hubiera dicho que procuráramos algo que no estuviera a nuestro alcance. Todos pueden profetizar, pero no podemos ser profetas.
En Hechos 21, vemos una ilustración de las escrituras del don de profecía.
HECHOS 21:8-11
8 Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesárea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él.
9 Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban.
10 Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,
11 quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.
Note que la cuatro hijas de Felipe tenían este simple don de profecía. Estas muchachas debieron profetizar en los servicios realizados en su casa; de otra manera, Pablo y su compañía no hubieran sabido que profetizaban. Ellas hablaron a la compañía entera para edificación, exhortación y consolación. Evidentemente ellas no le profetizaron a Pablo. Cuando el profeta Agabo llegó, sin embargo, él tuvo algo de mayor orden, lo cual trajo revelación.
Por lo tanto, vemos que el profeta puede profetizar - pero el mensaje que él trae puede que no sea profecía. Puede venir a través del don de profecía, al hablar lo que tenga del Señor, diciendo, "Así dice el Señor." En Hechos 2: 10,11 fue uno de los dones de revelación - la palabra de sabiduría - en operación a través del don de profecía.
Algunos piensan que el profetizar significa el predicar. Toda declaración inspirada es profecía en una forma u otra, pero la profecía no es la predicación. Algunas veces hay un elemento de profecía en la predicación cuando uno es ungido por el Espíritu y es inspirado a decir cosas que vienen del corazón y no de la cabeza; pero eso es solamente una fase de la operación del don de profecía.
El predicar significa proclamar, anunciar, clamar o contar. El propósito bíblico del don de profecía es diferente del propósito de la predicación. Jesús no dijo que los hombres se salvarían por la locura de la profecía, sino que por la locura de la predicación. Los dones sobrenaturales son dados para atraer la atención de la gente, no para salvarles. Incluso en el Día de Pentecostés cuando hablaron en otras lenguas, nadie fue salvo hasta que Pedro se levantó y les predicó.
El Abuso del Don
1 TESALONICENSES 5:19-21
19 No apaguéis al Espíritu
20 No menospreciéis las profecías
21 Examinadlo todo; retened lo bueno.
Otra área de confusión con respecto al don de profecía es causada por el mal uso de este don. La iglesia en Tesalónica tenía tanto mal uso del don de profecía que casi lo menospreciaban. Por lo tanto, Pablo, escribiendo por el Espíritu de Dios, les tuvo que decir, "No menospreciéis las profecías." Si la gente usara este don como enseña la Escritura, sería de gran bendición. Pero algunos oyen a un ministro que tiene el ministerio de profeta traer revelación y piensan que ellos también lo pueden hacer. Así que tratan de traer algo de predicción en vez de simplemente expresión, y se meten en problemas.
Como vimos, el don de profecía es dado para edificar a la Iglesia. "El que profetiza habla a los hombres para EDIFICACION, exhortación y consolación" (1 Cor. 14:3). "... el que profetiza EDIFICA a la iglesia" (1 Cor. 14:4). Este don también es dado para exhortar a la iglesia. La palabra "exhortar" aquí significa en el griego "un llamado a acercarse mas a Dios." Luego nuestro texto dice que el don de profecía es dado para consolación. Mucho de lo que la gente llama profecía no consuela a nadie; al contrario, los desconsuela.
La Profecía y
la Vida de Oración
El don de profecía, como las lenguas, tiene que ver con más que simplemente la expresión pública. La profecía puede ser usada en tu vida de oración.
Muchas veces mientras estás en oración, Dios te llena con el Espíritu y hablas en lenguas. El hablar en lenguas es el comienza de estas cosas, pero Dios quiere que todo creyente lleno del Espíritu haga algo más que hablar en lenguas. El quiere que seamos capaces de interpretar. Y El quiere que profeticemos.
Pablo no insinuó que solamente unos pocos creyentes hablarían en lenguas. El animó a toda la Iglesia de Corinto a orar en lenguas y adorar a Dios. Luego dijo, "... el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla" (1 Cor. 14:13). Dios no nos diría que oráramos por algo que no pudiéramos obtener. Y El también quiere que profeticemos, porque El claramente dijo, "... procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis" (1 Cor. 14:1). Luego dijo que procuráramos profetizar.
A través de este don de profecía podemos hablar sobrenaturalmente no sólo a los hombres, sino también a Dios. A través de la profecía podemos gozar de comunión con Dios en el Espíritu lo cual es algo mucho mejor que cualquier cosa que hayamos conocido hasta ahora.
Texto Para Memorizar:
"Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación" (1 Cor. 14:3)
LA LECCION EN ACCION: "Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores..." (Santiago 1:22).
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