martes, 2 de diciembre de 2014

Recibiendo Sanidad a través de los Dones del Espíritu Santo

Recibiendo Sanidad a través de los Dones del Espíritu Santo


En 1 Corintios 12:9 dice: “. . . y a otro, dones de sanidades por el mismo espíritu.”

Este es un método distinto a los que hemos estudiado; en este método no depende de la fe de la persona sino de Dios.

¿Qué son los dones de sanidades?

Son manifestaciones sobrenaturales del poder sanador de Dios  que fluyen de un individuo a otro.

Todas las cosas que recibimos de Dios son dones. Por eso, en cierto sentido toda sanidad es un don; pero no toda sanidad es una manifestación del Espíritu. Las manifestaciones del Espíritu son iniciadas por el Espíritu Santo.

Debemos notar que este pasaje nos habla de dones de sanidades, es decir nos habla en plural. Esto quiere decir que hay un tipo de don para cada enfermedad.

Por ejemplo hay gente que tiene una unción especial para casos de vista, y en sus campañas casi todos los ciegos o gente con problemas de visión son sanados; otros con problemas de huesos, o de tumores, o cualquiera sea la enfermedad.

A veces estos dones vienen acompañados de otros, como la Palabra de Conocimiento  (una porción del conocimiento de Dios respecto a eventos pasados o presentes) o el Discernimiento  de Espíritus  (una visión en el mundo espiritual respecto a los espíritus que sean de Dios, sean humanos, ó del diablo).

En  mi  ministerio,  he  visto  este  don,  a  través  de  la Palabra  de Conocimiento, muchas veces sabia que parte del cuerpo de la gente estaba mal.

Recuerdo  un  servicio,  cuando  era  pastor  asistente  de la iglesia “La Palabra de Fe” de Callao, ciudad portuaria en el Perú.

Estaba empezando una serie de enseñanzas basadas en la sanidad divina; después de la adoración, empecé a percibir las zonas del cuerpo en que la gente estaba enferma y empecé a llamarlos, mucha  gente  fue  sanada  de  diversas enfermedades. Al final de la predica, cuando se hizo el llamado para sanidad, no había ningún enfermo, todos habían sido sanados.

En Hechos 8:5­8 vemos los dones de sanidades en acción en el ministerio de Felipe, el evangelista: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad.”

Notemos que aquí dice que las sanidades eran de cojos y paralíticos. Evidentemente Felipe tenía dones de sanidades para las enfermedades específicas de parálisis y cojera.

Los dones de sanidades, son manifestaciones específicas de sanidad, para gente específica, con necesidades especificas, en momentos específicos.

Los  dones  de  sanidades,  son  sanidades  que  Dios  inicia; y  ocurren cuando el Espíritu Santo desea

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