jueves, 30 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 8 - La Doctrina Acerca de Jesucristo - Parte 2


Capítulo 8
La Doctrina Acerca de Jesucristo - Parte 2

3. Vida y Ministerio Terrenal de Jesús

Cuando era joven todos los años en semana santa pasaban un documental llamado "Los años perdidos de Jesús" donde trataban de desmitificar a Jesucristo, diciendo que desde joven había viajado a India y aprendido de los gurús hindúes.

Pero en realidad, ¿qué pasó en los “años perdidos” de Jesús? 

Nada especial, creció cómo cualquier persona normal en su ciudad natal.

Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él” (Lucas 2:39-40).

Aquí vemos que Jesús regresó a su ciudad natal, Nazaret de Galilea, en la parte norte de Israel, luego de cumplirse todo lo estipulado por la ley.

Si vamos mas allá en la Biblia veremos que Jesús no se movió de Galilea, excepto los tiempos que la Ley estipulaba que debía viajar a Jerusalén.

Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y le seguían sus discípulos. Y llegado el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, se admiraban, y decían: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es esta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él. Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa” (Marcos 6:1-4).

Jesús creció y vivió en Nazaret, tomando la profesión de su padre, siendo carpintero. La gente lo conocía y estaban sorprendidos porque no había demostrado nada sobrenatural hasta que cumplió 30 años.

Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Lucas 3:21-22).

Ese día fue el cambio, es el momento del inicio de su ministerio.

En Hechos 10:38 vemos la confirmación de esto: “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”

En los evangelios apócrifos (escondidos, ocultos) y otros escritos y tradiciones orales, dicen que Jesús hizo una serie de milagros en su niñez, pero vemos que las sanidades y milagros vinieron después de su bautismo con el Espíritu Santo. Recordemos que Jesús era conocido como carpintero, no como milagrero.

Además en Juan 2:1-11 dice que su primera señal (o milagro) fue el convertir el agua en vino en las bodas de Caná, que es un acontecimiento posterior a su bautismo con el Espíritu.

Otra cosa que podemos ver es que Jesús no hizo las sanidades y milagros por ser el Hijo de Dios, sino que el esperó ser lleno del Espíritu Santo para recién empezar ha hacerlos. Es decir, el hizo las sanidades y milagros como cualquier creyente lleno del Espíritu Santo y el poder de Dios.

Por eso es que Él dijo en Juan 14:12: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”

Jesús es nuestro modelo, el ejemplo que debemos seguir.

Para entender el alcance del ministerio público o terrenal de Jesús, debemos darnos cuenta a quien fue enviado a ministrar. En Mateo 15:24 mientras hablaba con la mujer sirofenicia, Jesús dijo estas palabras: “El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.”

El carácter universal de su ministerio vino con su muerte y resurrección, cuando el murió por los pecados de todos los hombres.

Por ese motivo, no es de sorprenderse la fuerte oposición de los judaizantes de la iglesia judía contra el mensaje de Pablo a lo largo del Libro de Hechos, acerca del carácter universal del ministerio, ya que ellos pensaron en primer momento que el evangelio era solo para los judíos (el caso de la conversión de Cornelio en Hechos 10 y 11), y luego la necesidad de circuncidarse y cumplir toda la Ley de Moisés para poder ser salvos (tema del Concilio de Jerusalén en Hechos 15 y la ocasión del libro de Gálatas).

Pero pasemos a lo que estamos viendo del ministerio público de Jesús.

En Mateo 9:35 vemos en que consistió el ministerio terrenal de Jesús: “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”

Son tres cosas principales las que Jesús hizo:

1. Enseñar

2. Predicar

3. Sanar a los enfermos

Por ejemplo, los evangelios están llenos de las enseñanzas de Jesús, tenemos el Sermón del Monte (Mateo 5, 6 y 7); las parábolas (Marcos 4); o las enseñanzas que dio a sus discípulos en la última cena (Juan 13,14, 15 y 16), entre muchas otra mas.

El enseñaba con tal autoridad que la gente podía ver la diferencia.

En Marcos 1:27 dice: “Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?

En Mateo 7:28-29 dice: “Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”

Aun sus enemigos reconocían que su enseñanza era diferente a cualquier otra: “Los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7:45-46).

Otra cosa en cuanto a su enseñanza fue que su auditorio principal, a quien les enseñaba al detalle todas las cosas era a sus discípulos: “Con muchas parábolas como estas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo” (Marcos 4:33-34).

Jesús no le enseñaba todo a la gente, solo lo que podían oír, es a sus discípulos a quienes les declaraba todo.

En cuanto a su predicación veamos lo que dice Lucas 4:16-21, cuando Jesús fue a Nazaret: “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”

Este pasaje, al inicio del ministerio de Jesús, nos dice que una parte primordial del ministerio terrenal de Jesús es la predicación de la Palabra de Dios.

Es interesante que Jesús cita esta profecía de Isaías 61:1-2, en la cual Él afirma que es el Mesías, cuando dice: “Hoy se cumple esta escritura delante de ustedes.”

Recordemos que Jesús empezó su ministerio predicando en la tierra de Zabulón y Neftalí tal como se había profetizado en Isaías 9:1-2: “Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea; y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció. Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:12-17).

Jesús tuvo un ministerio de predicación.

Finalmente podemos ver que Jesús tuvo un ministerio de sanidades y milagros.

A lo largo de los evangelios podemos ver como la gente venia para oírle y recibir sanidad: “Descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades” (Lucas 6:17).

En Mateo 8:16-17 dice: “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Este ministerio de sanidades era una de las marcas del Mesías y este verso en particular es el cumplimiento de la profecía hecha en Isaías 53:4-5.

Podemos ver que Jesús tuvo un ministerio de sanidades.

Una cosa mas para ver, en cuanto al ministerio público de Jesús, es que Él llamó discípulos en los cuales multiplicarse.

Desde el mismo llamado de Pedro y Andrés en Mateo 4:18-19, Jesús les estaba mostrando el carácter del ministerio al cual los estaba llamando, para alcanzar el mundo: “Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.”

Vemos que en los tres años y medio de su ministerio público Jesús anduvo con sus discípulos por todos lados, enseñándoles en privado y dándoles ejemplo en público.

En Marcos 3:13-19 vemos el grupo principal de discípulos que llamó Jesús y el propósito te este llamado: “Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios: a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro; a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.”

Aquí vemos el propósito del llamado de los doce:

1. Estar con Jesús

2. Enviarlos a predicar

3. Darles autoridad

Es interesante que el primer ministerio de los doce era estar con Jesús. Y es que para poder reproducirse en ellos, lo primero era instruirlos de una manera personal.

Lo segundo que hizo fue darles una misión, los envió a predicar.

Y lo tercero es darles la provisión, o los medios para cumplir con su misión, es decir. Les dio autoridad.

En el Libro de Hechos podemos ver lo bien que aprendieron su trabajo.

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 7 - La Doctrina Acerca de Jesucristo - Parte 1


Capítulo 7
La Doctrina Acerca de Jesucristo - Parte 1

En este capítulo examinaremos la historia de Jesucristo, quien es, para que vino, que hizo y que está haciendo ahora.

Empecemos por el capítulo 1 del Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. . . Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. . . A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (versos 1-3, 14 y 18).

Aquí Juan nos está hablando acerca de Jesús. Jesús es el Verbo o Palabra (en el griego se usa la palabra logos).

Se nos dice que este verbo existió desde el principio. Cuando estudiamos de la Trinidad vimos que las tres personas de la Deidad estuvieron juntas desde el principio. El Hijo no empieza su existencia al entrar al mundo, solo toma la forma humana.

En Hebreos 10:5-7 dice: “Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo. Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí.”

Jesús vino a este mundo para hacer la voluntad de Dios. ¿Cuál es esa voluntad?

En Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Jesús vino para traer la vida eterna a los hombres, la cual habían perdido en la caída.

Jesucristo es ese verbo que existió desde el principio, que como dice el verso 14 de Juan 1 se hizo carne, es decir tomó un cuerpo para vivir entre nosotros.

Jesús es Dios hecho carne y viviendo entre nosotros con un plan y un propósito definido.

1. Profecías Acerca de Jesús

En el Libro de los Hechos vemos que los Apóstoles apelaron a dos hechos fundamentales para demostrar que Jesús era el Mesías, la resurrección de Jesús y las profecías del Antiguo Testamento.

Es interesante ver que desde el mismo principio de la Biblia se encuentran referencia acerca del Salvador que vendría al mundo.

Hay más de 300 profecías en el Antiguo Testamento acerca de Jesús, y la exactitud de algunas es realmente asombrosa, veamos algunas de ella para demostrar que Jesús es el Mesías o Salvador del mundo.

La primera de todas se encuentra en Génesis 3:14-15: “Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”

Aquí vemos varias cosas, en primer lugar la enemistad que siempre ha existido entre Satanás y los hombres. Nos habla de la simiente de la mujer, es decir de Jesús, quien no nacería de forma natural, sino por medio de una virgen, y finalmente la victoria que tendría la simiente de la mujer sobre la simiente de la serpiente. La victoria de Jesús sobre Satanás a través de su muerte en la cruz (este te herirá en la cabeza y tu le herirás en el calcañar).

Otra profecía impactante se encuentra en Isaías 7:14, donde habla acerca del nacimiento virginal de Jesús: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”

Esta profecía tiene su cumplimiento en Mateo 1:18-25: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”

María se encontraba encinta y José, decidió separarse de ella porque pensó que le había sido infiel. Pero un ángel se le apareció y le dijo que había concebido del Espíritu Santo y que el niño que iba a nacer era el Mesías.

Mateo interpreta que este hecho fue el cumplimiento de la profecía de Isaías.

Otra promesa interesante en cuanto al nacimiento de Jesús es que Miqueas predijo el lugar de su nacimiento: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2).

El cumplimiento de esto se ve en Lucas 2:1-7: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

Es interesante ver que José y María vivían en Nazaret, que quedaba al norte de Israel, pero tuvo que haber un censo para que ellos viajasen a Belén, que era el lugar dispuesto por las Escrituras para que nazca el Mesías.

Otra cosa acerca de esta profecía es que la gente de Israel conocía el lugar donde iba a nacer el Mesías. En Mateo 2:1-6 dice: Una serie de profecías nos muestran el linaje de donde vendría el Mesías:

a. Jesús como simiente de Abraham (Génesis 22:18), su cumplimiento lo vemos en Mateo 1:1 y Gálatas 3:16.

b. Hijo de Isaac (Génesis 21:12) su cumplimiento lo vemos en Lucas 3:23-24.

c. Hijo de Jacob (Números 24:17), su cumplimiento lo vemos en Lucas 3:23-24.

d. Hijo de Judá (Génesis 49:10) su cumplimiento está en Lucas 3:23, 33.

e. Descendiente de Isaí (Isaías 11:1), su cumplimiento está en Lucas 3:23, 32.

f. Hijo de David (Jeremías 23:5), su cumplimiento está en Lucas 3:23, 31; además podemos ver varias veces en los evangelios que la gente llamaba a Jesús: hijo de David.

Aquí vemos una línea recta desde Abraham viendo de que familia y linaje provendría Jesús.

Como estas hay muchas profecías que trata de su vida, ministerio, muerte y resurrección, lo cual nos da plena convicción de que Jesús es el Hijo de Dios.

2. Nacimiento de Jesús

Los eventos de su la concepción y nacimiento de Jesús son una prueba de su carácter divino.

Ya hemos visto algunas profecías acerca de su nacimiento virginal y el lugar donde nació, pero veamos otros acontecimientos.

En Lucas 1:26-37 vemos el anunció del nacimiento de Jesús: “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

Aquí vemos varias cosas.

En primer lugar, Dios envió al ángel Gabriel para darle un anuncio a una joven mujer que seria madre del Mesías.

En segundo lugar, la mujer que iba a tener el hijo era una mujer virgen y el niño iba ha ser concebido sin la ayuda de un hombre.

En tercer lugar, el hijo iba ha ser concebido por obra del Espíritu Santo e iba ha ser llamado Hijo de Dios.

Vemos que el nacimiento de Jesús iba ser totalmente diferente a cualquier otro que hubiera existido.

En Mateo 1:18-21 vemos que un ángel se le apareció a José para hablarle de este nacimiento: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

José estaba preocupado porque pensaba que María estaba encinta como consecuencia de una infidelidad.

Pero el ángel le dijo dos cosas:

El hijo que iba a nacer era engendrado del Espíritu Santo.

Y además que debía llamarlo Jesús, porque su misión en este mundo era salvar al mundo de sus pecados.

Otro acontecimiento importante es la visita de los reyes del oriente.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2:1-11).

Aquí hay otro acontecimiento sobrenatural; los reyes del oriente llegando hasta el niño por haber visto su estrella.

Es probable que ellos habían leído las Escrituras y sabían que era el tiempo del nacimiento del Mesías, al cual llaman el rey de los judíos.
Al consultar en Jerusalén acerca de el lugar de su nacimiento, las sacerdotes le dicen que iba a nacer en Belén, tal como había sido profetizado por Miqueas, como ya vimos antes.

Ellos siguieron su camino y llegaron hasta el lugar mismo donde estaba Jesús, guiados por una estrella.

Otro acontecimiento sobrenatural fue lo que le pasó a los pastores de Belén: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho” (Lucas 2:8-20).

Aquí los pastores recibieron un mensaje de un ángel, que había nacido el salvador del mundo.

Luego un coro de ángeles les dice que la gracia de Dios había traído al salvador del mundo, que venía un cambio, el favor inmerecido de Dios estaba disponible a todos los hombres por medio de Jesús.

Un último acontecimiento fue lo que sucedió en la presentación de Jesús al templo en Lucas 2:21-37: “Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel. Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

Aquí hay dos ancianos que dan testimonio de que Jesús es el Mesías que iba a venir al mundo.

Es interesante la profecía de Simeón, quien no era un profeta, sino un hombre justo, y quien había recibido por revelación que antes de morir vería al Mesías. Él reconoció que Jesús era el Mesías.

Su profecía es muy poderosa pues no solo nos habla del ministerio de Jesús, sino de que también alcanzaría a los gentiles. Además nos dice de la forma de su muerte y que iba a ser atravesado por una espada.

Además vemos el testimonio de la profetisa Ana, quien tenía mas de 100 años, quien daba testimonio de Jesús a todos los que esperaban la venida del Mesías.

martes, 28 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 6 - Doctrina acerca de los Demonios


Clase 6
Doctrina acerca de los Demonios

Podemos decir que los demonios son el ejercito de Satanás.

Son ángeles que cayeron con Satanás durante su rebelión contra Dios.

En Apocalipsis 12:4 y 9 dice: “Y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. . . Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él".

En el momento de su rebelión, Satanás tuvo el apoyo de la tercera parte de los ángeles, estos son los ángeles caídos o demonios.

En 2 Pedro 2:4 y Judas 6 nos habla de otro tipo de ángeles caídos los cuales ya están encadenados en prisiones eternas: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. . . Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día.”

¿Cuál fue el pecado de estos ángeles como para tener tal castigo?

En Génesis 6:1-4 dice: “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

Aquí la palabra “hijos de Dios”, es elohim que se traduce como ángeles en varias partes de la Biblia. El pecado de estos ángeles fue tomar forma humana para tener relaciones sexuales con las mujeres y engendrar una nueva raza, corrompiendo la raza humana.

Esto es lo que podemos hablar en cuanto al origen de los demonios.

Hemos visto que ellos siguieron a Satanás en su rebelión, ¿qué relación tienen hoy con el?

En Mateo 25:41 nos habla de Satanás y sus ángeles: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” Y en Mateo 12:24-26 nos dice que Satanás es el príncipe de los demonios: “Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?

Esto significa que los demonios están subordinados a Satanás, es decir, la autoridad máxima en el reino demoníaco es Satanás.

En cuanto a sus características recordemos que ellos fueron ángeles, es decir son seres espirituales, pero que luego cayeron, es decir, su naturaleza fue pervertida.

Antes estuvieron al servicio de Dios, pero su función ahora es promover el reino de Satanás en la tierra.

Si el plan de Dios es que todas las personas tengan la vida eterna (1 Timoteo 2:4, 2 Pedro 3:9), el plan de Satanás y los demonios es evitarlo a toda costa.

En Efesios 2:1-2 dice: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.

Nosotros vivimos en otro tiempo el estilo de vida del mundo, el cual fue diseñado por Satanás.

En Efesios 6:12 dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

El ataque de los demonios no solo es contra el mundo, sino especialmente contra la iglesia.

Entendamos esto, nuestra lucha no es contra personas, nuestra lucha es espiritual. Los demonios influencian gente contra nosotros, pero Dios ya nos ha dado la victoria.

Veamos lo que Jesús le dijo a sus discípulos: “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (Lucas 10:17-20).

Dos cosas les dice Jesús con relación a Satanás y los demonios: en primer lugar les dice que Satanás ya fue vencido en el Cielo (“yo lo vi caer del Cielo como un rayo”); y en segundo lugar que les da autoridad sobre Satanás y los demonios aquí en la tierra.

Esto promesa fue hecha a los discípulos de Jesús, ¿será también para nosotros, la iglesia?

En Colosenses 2:15 vemos como es que Satanás y los demonios fueron vencidos en la cruz: “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”

En Efesios 1:19-22 vemos como es que Jesús dio toda la autoridad sobre Satanás y los demonios a la iglesia, la cual es su cuerpo y Él la cabeza: “Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.”

Esta misma verdad la vemos en el relato de la Gran Comisión en Mateo 28:18 y Marcos 16:17: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. . . Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios. . . .”

La iglesia, y nosotros individualmente que la formamos, hemos recibido autoridad para echar fuera demonios en el nombre de Jesús.

No debemos temer a Satanás y sus demonios recordemos que Jesús ya los venció en la cruz, recordemos lo que dice 1 Juan 4:4: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”

Tenemos la victoria por la obra de Jesús en la cruz.

Finalmente veamos cual es el destino de los demonios: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41).

Su fin será ir al infierno junto a su príncipe.



lunes, 27 de septiembre de 2021

Doctrina Bíblicas 5 - Doctrina de Satanás


Clase 5
Doctrina de Satanás

En la teología se utiliza el término satanología, que significa el estudio de la persona y obra de Satanás: su origen, su desobediencia y oposición contra Dios y su iglesia.

En esta clase conoceremos a nuestro enemigo, pues la mejor arma para vencerlo es conocerlo a él y sus tácticas.

Origen y Caída de Satanás

Para poder entender a Satanás debemos entender en primer lugar cual fue su origen y su caída.

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran. Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser” (Ezequiel 28:11-19).

En este pasaje vemos cual fue su estado original. Su clase angelical era la de un querubín, y no uno cualquiera sino uno grande; era llamado protector y vivía en el monte de Dios. Era perfecto en todos sus caminos desde que fue creado. Además era el encargado de la música celestial.

Pero algo pasó en él que provocó su caída, el orgullo entró en su vida.

Debido a su belleza y perfección se llenó de orgullo quiso derrocar a Dios y tomar su lugar. “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.” (Isaías 14:13-14).

En Isaías 14:12-20 vemos la consecuencia del pecado de Satanás: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada; pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado. No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos.

En primer lugar vemos que fue echado del Cielo; en segundo lugar vemos que su carácter fue corrompido. En tercer lugar vemos que su poder fue pervertido. En cuarto lugar vemos que finalmente perderá su poder y será objeto de burla. Y finalmente en quinto lugar vemos que su fin será el infierno.

Ahora veamos el carácter de Satanás

En Juan 8:44 podemos ver el carácter de Satanás: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”

En primer lugar vemos que el es homicida; esto lo vemos también en Juan 10:10: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

En segundo lugar vemos que es un mentiroso. Esto lo vemos desde el momento que engañó a Eva en el huerto del Edén.

En tercer lugar vemos que es un ladrón. En Juan 19:10 lo dice claramente. Él vino para robarnos nuestra vida, nuestra salud, nuestras finanzas, nuestra felicidad.

En cuarto lugar vemos que es un acusador. En Apocalipsis 12:10 se le llama así: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos.”

En quinto lugar vemos que es el tentador. En Mateo 4:3 se presenta al diablo como el tentador: “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.”

Podemos ver en estas características cual es la personalidad del diablo.

Algo que debemos entender acerca del diablo es que no es Dios, ni tiene sus características. Por ejemplo, no es omnipresente, no puede estar en todos lados, solo puede estar en un lugar a la vez. Tampoco es omnipotente, no puede hacer todo, su poder es más bien limitado, y no nos puede vencer a menos que lo dejemos. Tampoco es omnisciente, no lo sabe todo. Aunque si es eterno, por ser un espíritu y sabemos que finalmente pasará toda la eternidad en el infierno.

Posición Actual de Satanás

En cuanto a su posición actual, el es llamado el dios de este siglo. “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4).

Satanás llego a ser el dios de este siglo luego que Adán le entregó la autoridad que Dios la había dado sobre el mundo. Cuando hablamos de "dios", no decimos que tenga el mismo poder o autoridad de Dios, sino que el mundo está bajo su dominio por un periodo de tiempo durante esta dispensacion (de ahí "de este siglo"),

En la tentación a Jesús, Satanás le hizo una oferta muy interesante: “Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” (Lucas 4:7-9).

Notemos que eso tuvo que ser cierto, pues de otro modo no hubiera sido una tentación; además, Jesús no le dijo a Satanás que era mentira que todo el mundo le hubiera sido dado.

¿Qué paso? Como hemos visto, cuando Adán pecó perdió la autoridad que tenía sobre el mundo y se la entregó a Satanás. Satanás paso a ser el Dios de este mundo.

Teniendo esta autoridad, él la utiliza para engañar a los incrédulos y tratar de desviar a los creyentes. Además, intenta obstaculizar el plan de Dios en este mundo.

Sin embargo, en Colosenses 1:15 dice que Jesús lo venció en la cruz: “y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

En 1 Pedro 5:8-9 dice: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”

Si, Satanás esta intentando devorarnos, pero nosotros tenemos la autoridad para resistirlo.

Es interesante que Pedro nos hable aquí de un león rugiente; pues sabemos que los leones viajan en manadas, y entre ellos hay un león que es el “león rugiente”, quien da el grito mas fuerte y feroz con lo cual la presa perseguida queda paralizada. Este león es el más viejo del grupo, y por los años ya no tiene dientes ni velocidad, pero tiene algo, esa voz poderosa adquirida con los años. En realidad, si el animal no se paralizara de miedo al huir ese rugido, fácilmente podría huir y salvar su vida.

En Santiago 4:7 dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”

No somos nosotros los que debemos atemorizarnos y quedarnos paralizados sin saber que hacer ante el ataque del diablo; el es el que debe huir de nosotros , solo debemos hacer lo que dice la Palabra: someternos a dios y resistirlo.

La única forma que nos venza, es que oigamos su rugido (sus mentiras) y nos quedemos paralizados sin saber que hacer. En lugar de eso, tomemos una actitud ofensiva y sometámonos a Dios y Su Palabra y resistámoslo en el Nombre de Jesús.

Fin de Satanás

Finalmente; ¿cuál será el fin del diablo?

En Mateo 25:41 dice: “Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.”

Su fin será el lago de fuego, es decir, el infierno.

Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo” (Apocalipsis 20:1-3).

Al empezar el milenio, un solo ángel lo echará al abismo. Notemos que solo uno lo hará.

Esto ocurrirá al principio del milenio, luego de mil años será finalmente soltado para engañar a las naciones y hacer una última rebelión en contra de Dios, pero nuevamente será vencido y arrojado al infierno.

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:10).

Ese será el fin de Satanás.

sábado, 25 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 4 - Doctrina de los Ángeles


Capítulo 4
Doctrina de los Ángeles

Antes de la creación del hombre Dios creó unos seres espirituales llamados los ángeles. 

Como veremos en este estudio, actualmente los ángeles tienen personalidades de dos tipos: los ángeles no caídos, que sirven a dios en el cumplimiento de sus propósitos y para beneficio de los creyentes; y, los ángeles caídos, que son Satanás y sus demonios. Quienes se oponen a Dios, pero que fueron vencidos por Cristo en la cruz, y cuyo fin será el lago de fuego y azufre en el fin de los tiempos. Satanás y sus demonios se oponen activamente al trabajo de la iglesia (quienes hacen la obra de dios en la tierra), y a los creyentes, a quienes tratan de seducir para sacarlos del camino.

Describamos ahora a los ángeles:

El término teológico para el estudio de los ángeles se llama angelología. Para su estudio se consideran su personalidad, sus orígenes y sus servicios. 

Veamos lo que dice W. E. Vine acerca de los ángeles:

ÁNGEL 1. angelos, mensajero (de angelo, entregar un mensaje), ya sea enviado por Dios, por el hombre, o por Satanás; se usa también de un guardián o representante en Ap 1.20 (cf. Mt 18.10; Hch 12.15, donde se entiende mejor como «fantasma»), pero más frecuentemente se refiere a un orden de seres creados, superiores a los hombres (Heb 2.7; Sal 8.5), que pertenecen al cielo (Mt 24.36; Mc 12.25), y a Dios (Lc 12.8), y dedicados a su servicio (Sal 103.20). Los ángeles son espíritus (Heb 1.14), esto es, no tienen cuerpos materiales como los humanos, pero su forma es humana o pueden asumir la forma humana cuando es necesario. Cf. Lc 24.4, con el v. 23, Hch 10.3 con el v. 30).

«Son llamados «santos» en Mc 8.38, y «elegidos» en 1 Ti 5.21, en contraste con algunos de su número (Mt 25.41), que «pecaron» (2 P 2.4), «abandonaron su propia morada» (Jud 6, oiketerion), palabra esta que solo vuelve a aparecer, en el NT, en 2 Co 5.2. Los ángeles siempre son mencionados en género masculino; la forma femenina de la palabra no aparece» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, p. 229).  

Podemos ver que la palabra ángel (malak en hebreo y angelos en griego) significa mensajero; o “alguien que ha sido enviado de una gran distancia para comunicar un mensaje.”

Un ejemplo de esto podemos verlo en la anunciación de María: “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia” (Lucas 1:26-38).

El ángel fue enviado de lejos (el Cielo) por Dios para dar un mensaje a María, cuando cumplió con su tarea se retiró.

Veamos algunas características de los ángeles:

En cuanto a su naturaleza los ángeles son espíritus inmortales. Como dice en Lucas 20:36. “Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.” Además en Hebreos 1;14 dice: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?

Podemos concluir que los son seres espirituales inmortales.

En el Salmo 148:2-5 podemos ver que fueron creados por Dios: “Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. Alabadle, cielos de los cielos, y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el nombre de Jehová; Porque él mandó, y fueron creados.”

Además en la Biblia encontramos que los ángeles están relacionados con el Cielo. En Mateo 24:36 vemos: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.” ¿De dónde son los ángeles? Del cielo. 

En Hebreos 2:7 y en el Salmo 8:5 vemos que son superiores a los hombres. “Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos” (Hebreos 2:7). Aunque como veremos más adelante fueron enviados a ministrar a los que somos herederos de la salvación.

En el Salmo 103;20 vemos que están listos para obedecer las ordenes de Dios: “Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto.”

Otra cosa para ver en cuanto a los ángeles es que no tienen cuerpos físicos  propios como los hombres, aunque cuando es necesario pueden asumir forma humana. 

Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes. . . y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive” (Lucas 24:4, 23).

En el pasaje anterior vemos como las mujeres vieron estos ángeles en forma humana que les dijeron que Jesús estaba vivo.

Otra cosa en cuanto a los ángeles es que siempre se les nombra en género masculino y que no se reproducen.

Como dice en Marcos 12:25: “Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.”

Una cosa que debemos tener en cuenta es que los ángeles no deben ser adorados. “Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal” (Colosenses 2:18).

El Apóstol Juan aprendió esta verdad en Apocalipsis: “Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios” (Apocalipsis 22:8-9).

Como dijo el ángel, no debemos adorarlos a ellos sino a Dios.

Otra cosa importante que notar es que los ángeles están sujetos a Jesús. Como dice en 1 Pedro 3:22 hablando acerca de Jesús: “Quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.

Y finalmente, los ángeles han sido llamados a servir a los herederos de la salvación, es decir a nosotros.

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Hebreos 1:14).

Los ángeles han sido llamados para ministrar a nuestras necesidades. 

En el Salmo 91:11-12 vemos como Dios ha encargado a los ángeles para que nos cuiden: “Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.

Como Dios envió a sus ángeles para nuestro beneficio.


viernes, 24 de septiembre de 2021

Doctrinas Bíblicas 3 - Clase 3 La Doctrina del Hombre y el Pecado


Capítulo 3
La Doctrina del Hombre y el Pecado
 
En los tres primeros capítulos de Génesis vemos la historia de la creación y caída del hombre.
          
En Génesis 1:26-27 vemos que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza: Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
          
En 1 Tesalonicenses 5:23 dice: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
          
El hombre es imagen de Dios en que es un ser espiritual, tal como Dios lo es (Juan 4:24); y es semejanza de Dios en el sentido que es trino como Dios.
          
El hombre posee tres partes: un espíritu, un alma y un cuerpo, aunque los separamos por cuestión de estudio, el hombre es una unidad.
          
El espíritu es la parte central del hombre, el verdadero yo del hombre.
          
Cuando el cuerpo físico del hombre muere y es enterrado, el espíritu sigue vivo.  Es la parte eterna del hombre.  El espíritu nunca puede morir, y como hombre es un espíritu tampoco muere.  
          
En Filipenses 1:23-24 Pablo se encuentra en una disyuntiva, no sabe si quedarse en la tierra o ir al Cielo: Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros.”
          
Notemos que Pablo dice que sea que muera físicamente o que se quede en la tierra él iba a seguir vivo.
          
Leamos 2 Corintios 4:16: Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.”
          
Hay un hombre interior y un hombre exterior, el hombre interior es el espíritu, y el exterior es nuestro cuerpo.
          
El hombre exterior, el cuerpo, no es nuestro verdadero yo, es la casa donde vive el hombre interior que es el verdadero yo.
          
Podemos definir entonces que el espíritu es el verdadero yo del hombre, el hombre interior, el cual es eterno.
          
También podemos definir que el cuerpo es el hombre exterior, la casa donde vivimos.
          
¿Qué es el alma? El alma es la parte mental o intelectual del hombre, donde se encuentran nuestras emociones, pensamientos, decisiones e intelecto.
          
En Hebreos 4:12 hablando de la diferencia entre el espíritu y el alma dice: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
          
Notemos que aunque el espíritu y el alma están unidos los separamos por cuestión de estudio.
          
En 1 Corintios 14:14 podemos ver la diferencia: Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
          
El  espíritu ora, pero el entendimiento, que es parte del alma, queda sin fruto. Es decir, podemos ver que el espíritu y el alma son y tienen funciones diferentes.
          
Definiendo:
          
El espíritu es la parte central, el hombre interior, el verdadero yo del hombre.
          
El alma es la parte pensante del hombre, donde se encuentran las emociones, las decisiones y pensamientos del hombre.
          
El cuerpo es la parte externa del hombre, el hombre exterior, la casa en la cual vivimos.
 

Creación y Caída del Hombre
 
Hemos visto que el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, es decir como un ser espiritual, y a la vez un ser trino, pues tenía un espíritu, un alma y un cuerpo.
          
Adán fue colocado en la tierra como el gobernador de este mundo, se le dio dominio y autoridad sobre toda la creación; y se le encargo como tarea cuidar del huerto de Edén.
          
Se le dio inteligencia, de hecho el le puso nombre a todos los animales que existían, Dios le dio una compañera (Eva); vivía en un lugar de gran abundancia, donde la felicidad y alegría reinaban.
          
Solo se le dio una advertencia: mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás(Génesis 2:16-17).

La frase "ciertamente morirás", traducido literalmente del hebreo es "en tu muerte morirás". 

Recordemos que el hombre es una trinidad y tendría que morir de una manera triple. Adán no murió físicamente hasta más de novecientos años después de esto, pero Dios dijo: "El día que comas, en tu muerte morirás". La muerte significa separación, y Adán fue separado de Dios espiritualmente el mismo día que comió de ese fruto.
          
Ese momento Dios le dio algo al hombre, el libre albedrío; es decir, la capacidad de elegir su propio destino.
          
El hombre podía decidir si es que iba a vivir o a morir; la decisión no era de Dios sino de él.
          
Pero en Génesis 3:1-6 vemos que el hombre decidió desobedecer a Dios; en realidad, el estaba en su derecho pues Dios le había dado la libertad de tomar sus propias decisiones y elegir su destino, pero decidió mal, falló en el blanco.
          
Ese el significado del pecado, fallar en el blanco. Adán pudo haber cumplido su meta y propósito pero el decidió pecar y morir.
          
En Romanos 5:12 nos dice lo que paso: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”
          
El pecado había entrado al mundo, y con el la muerte, pues en Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es la muerte.
          
Sin embargo, vemos que apenas peco Adán no murió físicamente, sino que siguió viviendo hasta una edad avanzada.
          
Definamos lo que es la muerte. Contrario a lo que la gente piensa, la muerte no significa cesación de vida; la muerte significa separación.

En Santiago 2:16 dice: "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta".
          
Por ese motivo como vimos antes, Pablo decía que podía partir e ir al Cielo, o quedarse en la tierra, su espíritu y su alma iban a ser separados de su cuerpo.
          
La muerte de la que estamos hablando es de la muerte espiritual, o la separación de Dios. Dios en su santidad no podía tener comunión con el pecado y ese era el estado en el que el hombre quedo después de su caída.
          
Vemos que después de comer del fruto varias cosas pasaron con el hombre:
          
En primer lugar su naturaleza fue cambiada.
          
En Génesis 3:7-8 dice: Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.”
          
Hasta ese momento el no había conocido lo que era el temor, al ser abiertos sus ojos se dieron cuenta que algo les faltaba.
          
En segundo lugar rompió su comunión con Dios.
          
En Génesis 3:9-10 dice: Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.”
          
Por primera vez el hombre estaba alejado de Dios, no podía estar en su presencia como antes.
          
En tercer lugar el hombre empezó a auto justificarse.
          
En Génesis 3:11-13 dice: Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”
          
El hombre no quiso aceptar su falta, le era más fácil echarle la culpa a Dios de lo que había hecho.
          
En cuarto lugar el hombre entró en maldición.
          
En Génesis 3:14-19 vemos que el hombre no solo murió espiritualmente sino que también entró en maldición y con él arrastró a toda la creación.
          
En quinto lugar el hombre fue echado del Edén.
          
En Génesis 3:22-24 dice: Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.”
          
Finalmente el hombre fue echado del huerto, a una tierra totalmente diferente a la que conoció, donde las cosas le iban a ser difíciles y complicadas, y donde finalmente moriría físicamente.
          
Sin embargo, dos cosas sucedieron que le darían esperanza al hombre de que sería finalmente redimido.
          
Primero, en Génesis 3:15 se da la primera mención respecto a la venida del Mesías al mundo.
          
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.”
          
Segundo, Dios establece el derramamiento de sangre como medio de expiación de los pecados del hombre.
          
En Génesis 3:21 dice: Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”
          
Para poder vestir con pieles a Adán y Eva el tuvo primero que matar animales; esto significa que para cubrir el pecado del hombre se necesitaba del derramamiento de sangre.
          
Como veremos más adelante, Jesús cumplió con estas dos cosas por nosotros; Él es nuestro Mesías y para quitar nuestros pecados derramó su sangre.