jueves, 24 de marzo de 2022

Cómo Ganar Una Persona Para Cristo En 5 Minutos - Capítulo 2 - Nuestra Comisión como Embajadores de Cristo


Capítulo 2
Nuestra Comisión como Embajadores de Cristo

1 Corintios 9:16-17
16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! 
17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. 

Una comisión es el orden y facultad que se la da a una persona para que ejecute algo o trate un negocio; es un encargo que se le da a alguien, es un encargo que se ha confiado, una tarea que se ha encomendado.

Los embajadores de las naciones son comisionados para tratar con asuntos relativos de las naciones que pertenecen, sean en anuncios de guerra o de paz, de negocios o promoción siempre tienen un encargo que hacer en la nación a la cual han sido enviados.

Nosotros como embajadores de Cristo también hemos sido enviados con el encargo de llevar las buenas nuevas del evangelio a todas las personas de todas naciones del mundo

Lucas 24:44-48
44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros:  que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Dios nos encomendó una Gran Comisión a todos los creyentes, es decir nos dio una misión aquí en la tierra.

En esta Gran Comisión nosotros somos testigos de la muerte y resurrección de Jesús a todas las naciones.

Tenemos un testimonio que llevar al mundo, un mensaje que predicar al mundo y es que Cristo murió y resucito trayendo salvación a todos los hombres.

Marcos 16:15-16
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

La primera tarea de todo creyente que es ir y predicar el Evangelio a todas las personas. 

En 1 Timoteo 2:4 podemos ver cuál es el deseo es el deseo de Dios acerca de la gente que vive en el mundo: “Él cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”

Ese es el deseo máximo de Dios, Dios quiere la salvación de la gente, que la mayor cantidad de personas vengan al conocimiento de Cristo.

Desde hace más de 40 años que he conocido a Jesús he visto un cartel por todos lados: “Cristo viene pronto, prepárate.” 

Pero Cristo aún no regresa, ¿por qué?

En 2 Pedro 3:9 nos da la clave: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

El corazón de Dios está por la gente, su deseo más profundo es la salvación de todos los hombres, es por eso que nos ha encomendado esta Gran Comisión, ir a todo el mundo, hasta las partes más distantes de la tierra predicando el glorioso evangelio del Señor Jesucristo.

1 Corintios 2:1-2
1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.

Aquí Pablo nos muestra que es necesario que les prediquemos acerca de Jesucristo crucificado, es decir, la obra completa y terminada de Cristo en la cruz que trajo la redención a todos los hombres.

Cuando Jesús dijo “Consumado es,” en Juan 19:30, “la redención es cumplida; ‘El ha acabado la transgresión, y hecho reconciliación por la iniquidad, e introducido la justicia eterna, y sellado la visión y profecía, y ungido un lugar santísimo’. El ha inaugurado el reino de Dios y dado nacimiento a un mundo nuevo” (Jamieson, Fausset, Brown).

La obra completa, consumada y terminada de Cristo ya está disponible a todos los hombres; por ese motivo tenemos un nuevo mensaje: Jesucristo y su obra terminada por nosotros.

En 2 Corintios 5:17-21 Pablo nos habla más claramente de este nuevo mensaje:
  
2 Corintios 5:17-21
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Ahora que estamos en Cristo, tenemos un nuevo mensaje para el mundo, el mensaje de la reconciliación, este mensaje es bien sencillo, Dios ya no tiene nada contra el hombre; ya no le toma en cuenta sus pecados; Jesús ya se hizo pecado por nosotros para que podamos ser justos delante de Él.

Nuestros pecados ya no son impedimento para acercarnos a Dios; debido a que por medio de la obra terminada de Cristo en la cruz, ahora podemos acercarnos libremente a la presencia de Dios. 

Nuestra salvación ya no depende de Dios debido a que ya nos proveyó el medio para recibir la vida eterna por la muerte de Cristo en la cruz, donde Él canceló el precio de nuestra redención, ahora la salvación depende del hombre mismo, si acepta o rechaza la oferta que Dios le hace: “¿Aceptarás el regalo gratuito que Te di por medio del sacrificio de Jesús en la cruz?” 

En esto consiste la Gran Comisión, en llevar el mensaje de la reconciliación a todos los hombres, dándoles la oportunidad que reciban libre y gratuitamente la salvación que Dios ya proveyó para ellos por medio de la obra terminada de Cristo.

Ricardo Botto

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