lunes, 18 de octubre de 2021

Acerca de los Dones Espirituales - Kenneth Hagin - Lección 2


Lección 2 
La Promesa y su Cumplimiento 
 
Textos Bíblicos: Juan 14:16,17; Hechos 2:32,33; Juan 4:13,14;7:37-39 
 
Verdad Central: El Señor ha prometido "ríos de agua viva" para saciar la sed espiritual del hombre. 
 
 En los versículos siguientes vemos la promesa de Jesús del don del Espíritu Santo.  Después en Hechos 2 vemos el cumplimiento de aquella promesa. 
 
JUAN 14:16, 17 
16  Y yo rogaré al Padre, y os dará Otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 
17  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 
 
HECHOS 2:32,33 
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y  oís. 
 
 
El Consolador Prometido 
 
 Jesús oró que el Padre enviara otro Consolador para que estuviera para siempre. Después en el Día de Pentecostés Él derramó al Espíritu Santo, quien ha estado aquí desde entonces.  Ahora no se trata de que el Padre le de a nadie el Espíritu Santo.  Se trata de que nosotros recibamos al Espíritu Santo. 
 
 Note las palabras de Jesús, "yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que (Él) esté con vosotros para siempre"  Cuando recibimos el Espíritu Santo, lo recibimos a "Él," no a una "cosa." Hemos oído a algunos decir, "yo recibí el bautismo."  Sin embargo, ellos no recibieron el bautismo; recibieron el Espíritu Santo. 
 
 Otros dicen, "Estoy lleno del Bautismo."  No están llenos del bautismo.  No están ni siquiera llenos del bautismo del Espíritu Santo, están llenos del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad. 
 
 El recibir el Espíritu Santo es más que una experiencia:  Una personalidad divina viene a vivir en nosotros - a morar en nosotros - a hacer Su hogar en nosotros. 
 
 No debemos preocuparnos tanto con una experiencia exterior que perdamos la realidad de la presencia moradora interior del Espíritu Santo.  Si hemos sido llenos del Espíritu Santo, deberíamos estar conscientes de Su presencia cada momento en el que estamos despiertos. No deberíamos tener que mirar atrás a alguna experiencia que tuvimos en un altar hace unos años.  ¡El Espíritu Santo debería llegar a ser más real y precioso para nosotros cada día! 
 
 
La Promesa es  
Para los Creyentes 
 
 Note también que la plenitud del Espíritu Santo no es para pecadores sino para creyentes.  Refiriéndose a la plenitud del Espíritu Santo, Jesús dijo, "el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir." 
 
  El mundo puede recibir la vida eterna: "Porque de tal manera amó Dios al MUNDO, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).  El mundo puede recibir a Cristo como Salvador - el mundo puede ser nacido de nuevo - pero una persona debe de nacer de nuevo antes de poder recibir la plenitud de Espíritu Santo. 
 
 Para ilustrar esto, Jesús dijo en Mateo 9:17, "Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama. . .  pero echan el vino nuevo en odres nuevos. . ." (En aquellos tiempos el vino se guardaba en odres de piel.) 
 
 En las Escrituras, el vino es un tipo del Espíritu Santo.  Jesús estaba entonces diciendo que el Espíritu Santo no podía ser dado en Su plenitud a no ser que uno hubiera sido hecho una nueva criatura.  De otra manera, como Jesús señaló si fuera a poner vino nuevo en odres viejos, reventarían.  Si Él pusiera el Espíritu Santo en gente que no había nacido de nuevo, reventarían.  "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es. . ." (2 Cor. 5:17). 
 
  Cuando usted ha sido hecho una nueva criatura, está listo para ser lleno del nuevo vino. 
 
 También refiriéndose al Espíritu Santo Jesús dijo en Lucas 11:13, "Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
 
 Dios no es el Padre de todos.  Oímos mucho estos días acerca de la Paternidad de Dios y de la Hermandad de los hombres, y de que Dios es el Padre de todos nosotros y nosotros todos somos hermanos. Eso no es verdad.  Jesús les dijo a los Fariseos, la secta mas estricta de la religión judía.  "Vosotros sois de vuestro padre el diablo. . ." (Juan 8:44).  Dios es el Padre solamente de aquellos que han nacido de nuevo.  Y para aquellos que han nacido de nuevo, el Padre tiene para ellos el don de la plenitud del Espíritu Santo. 
 
 
Ven y Bebe 
 
JUAN 4: 13,14 
13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; 
14 mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. 
 
JUAN 7: 37-39 
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado. 
 
 El agua a la que se refiere en ambos pasajes anteriores es un tipo del Espíritu Santo.  Note que hay dos experiencias diferentes de las que se habla. 
 
 Primero, a la mujer en el pozo de Samaria Jesús dijo, "sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna."  Aquí Jesús se estaba refiriendo al Espíritu Santo en el acto de la regeneración o salvación. (El Espíritu Santo es representado como una "fuente de agua que salta para vida eterna.") 
 
  La otra referencia es a "ríos de agua viva," y habla de la promesa de la plenitud del Espíritu Santo: "de su interior (lo más profundo su sercorrerán ríos de agua viva." 
 
 Jesús nos anima a venir y beber y llenarnos.  "¿Pero cómo puedes saber cuando estás lleno?" podría preguntar alguien.  Para la respuesta, miremos en Hechos 2:4: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." 
 
 Si es usted un creyente, es tan sencillo como Jesús dijo que lo era. ¡ven y bebe, y sigue bebiendo hasta que te llenes!  Cuando se llene, empezará a hablar en otras lenguas.  Esta es la señal inicial o la evidencia de que está lleno. 
 
Texto para Memorizar: 
". . . Si alguno tiene sed, venga a mí y beba."  (Juan 7:37). 
 
LA LECCION EN ACCION
"Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores. . ." (Santiago 1:22). 
 
 
 

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