viernes, 15 de octubre de 2021

Doctrinas Bíblicas 19 - Doctrina de los Últimos Tiempos - Primera Parte


Clase 10
Doctrina de los Últimos Tiempos

En este capítulo veremos la doctrina de los tiempos finales a la luz de la Palabra de Dios.

Acerca de las cosas que enseñaremos en esta lección, hay varias escuelas de interpretación bíblica que enseñan distintas posturas teológicas, pero en este estudio solo enseñaremos la posición que creemos.

Acerca dela Inminencia del Retorno de Cristo

En Hechos 1:9-11 vemos las palabras de los ángeles acerca del retorno de Jesús a la tierra: “Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”

Jesús mismo había dicho en Juan 14:1-3 que iba a ir al Cielo y regresar: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”

En 1 Tesalonicenses 5:1-5 vemos que aunque ese día sorprenderá al mundo, a nosotros no tiene por que hacerlo: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

Aunque no sepamos cual es el día y la hora, podemos ver en que temporada vendrá, ya que Jesús nos dejó una serie de señales de los tiempos de su venida.

En Mateo 24:1-44 nos da una serie de señales de los tiempos de su venida; nos habla de falsos cristos, guerras, hambres, enfermedades, pestes, persecuciones y otras cosas. Y si nos damos cuenta parecen los titulares de los periódicos de hoy. 

De estas señales la más impactante es la que hay entre los versos 32 y 34: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.

Varios teólogos consideran que  cuando la Biblia habla de la higuera se refiere al pueblo de Israel. Tomando esto en cuenta sabemos que Israel volvió a su territorio histórico en 1948, lo cual nos indica que estamos viviendo en la última generación la cual verá el retorno de Jesucristo.

El Arrebatamiento de la Iglesia

También llamado “el rapto.” Es el tiempo en que Cristo recogerá a su iglesia antes del inicio de la Gran Tribulación para llevarlos al Cielo.

En 1 Tesalonicenses 4:13-17 dice: “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Pablo esta hablando aquí acerca del arrebatamiento o rapto de la iglesia, cuando Jesús venga por los suyos; en ese momentos aquellos que murieron en Cristo resucitarán primero y luego nosotros que estamos vivos seremos arrebatados al Cielo.

En 1 Corintios 15:51-54 vemos lo que pasará en ese momento con nuestros cuerpos: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”

En ese momento nuestros cuerpos serán glorificados y recibiremos la redención de nuestros cuerpos como dice en Romanos 8:23: “Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.”

¿En que momento sucederá esto?

En Lucas 21:36 dice: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.” Y en Apocalipsis 3:10 dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.”

¿Cuál es esa hora de prueba que vendrá sobre el mundo? La Gran Tribulación.

Es evidente que la iglesia será librada de la Gran Tribulación en el arrebatamiento.

Si leemos el Libro de Apocalipsis vemos que dice en el verso 19 del capítulo 1: “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.”

En el capítulo 1 habla acerca de su visión de Cristo glorificado (“las cosas que ha visto”); en los capítulos 2 y 3 habla acerca del tiempo de la iglesia (“las cosas que son”); pero a partir del capítulo 4 vemos un cambio: “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

A partir de ese verso y hasta el capítulo 19, cuando Cristo regresa con los suyos a la tierra al final de la Gran Tribulación, no se vuelve ha hablar de la iglesia.

Cuando nos habla de las cosas después de estas, nos habla de las cosas que sucederán después del tiempo de la iglesia.

Por eso podemos concluir que la iglesia no pasará por la Gran Tribulación.

El Tribunal de Cristo

Mientras la gente que quede pasará por la Gran Tribulación la Iglesia pasará por el Tribunal de Cristo.

En Romanos 14:10 dice: “. . . Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo; y en 2 Corintios 5:10 recibimos mayor información: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.”

El Tribunal de Cristo, es un lugar donde todo creyente comparecerá para ver la obra que hizo en la tierra; es un juicio de obras donde cada creyente verá cual es su recompensa.

En 1 Corintios 3:11-15 vemos como será: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

En 1 Corintios 4:5 dice: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.”

En el Tribunal de Cristo nuestras obras serán juzgadas por la motivación con que las hicimos cuando estuvimos en la tierra, será un juicio de galardones, en el cual recibiremos nuestra recompensa, notemos que cada uno recibirá su alabanza de Dios.



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