sábado, 9 de octubre de 2021

Doctrinas Bíblicas 14 - Doctrina del Espíritu Santo- Primera Parte


Clase 14
Doctrina del Espíritu Santo- Primera Parte

En este capítulo trataremos con la doctrina del Espíritu Santo, es muy importante saber quien es, que hace y como actúa hoy, eso es lo que veremos.

El Espíritu Santo es una Persona

Algunas sectas como los Testigos de Jehová niegan que el Espíritu Santo sea una persona, y lo consideran como una fuerza, poder o energía. Lo hacen principalmente para negar su deidad y convertirlo en una influencia impersonal, un ser etéreo, una simple emanación de Dios.

Para refutar esto veremos tres razones por las que el Espíritu Santo es una persona.

1. La primera razón es que posee los atributos y cualidades de una persona.

Para poder definir a alguien como persona debe tener inteligencia, emociones y voluntad, si el Espíritu Santo los posee deberá ser una persona.

La inteligencia es la capacidad para razonar, juzgar, discernir, pensar y valorar las cosas, nos da la habilidad para resolver las cosas que enfrentamos.

En 1 Corintios 2:10-12 podemos ver que el Espíritu Santo es inteligente: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.”

Aquí vemos que tal como el espíritu humano conoce las cosas del hombre, el Espíritu Santo conoce las cosas de Dios.

En Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

El hecho de que pueda enseñar es una muestra de su inteligencia ya que de otro modo no podría hacerlo.

En Isaías 11:2 se le llama Espíritu de Inteligencia: “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.”

Podemos decir entonces que el Espíritu Santo es inteligente.

Otra característica del Espíritu Santo es que tiene emociones.

Esto podemos verlo en Efesios 4:30 donde dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios....”

El hecho de que el Espíritu Santo pueda ser entristecido es una prueba de que tiene emociones.

En Santiago 4:5 dice: “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?

Esto nos demuestra que tiene emociones y sentimientos hacia nosotros.

En Romanos 15:30 vemos que ama: “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu....”

Estos pasajes nos demuestran que el Espíritu Santo tiene emociones y sentimientos.

Finalmente veremos que el Espíritu Santo tiene voluntad.

Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio” (Hechos 16:6-10).

Aquí vemos que cuando Pablo y sus amigos intentaban entrar a varias ciudades de Asia, el Espíritu Santo se los impidió y finalmente les mostró cual era  Su voluntad.

En 1 Corintios 12:11 hablando de los dones dice: “Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.”

El hecho de que hace las cosas como quiere nos indica que tiene voluntad.

Podemos concluir que el Espíritu Santo tiene atributos o cualidades de una persona.

2. En segundo lugar vemos que el Espíritu Santo es una persona porque hace las acciones de una persona.

Una de las acciones que hace es que el nos guía.

Ya henos visto en Hechos 16 como es que el Espíritu Santo guió a Pablo y sus amigos.

En Juan 16:13 dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

Una de las razones por las que vino el Espíritu Santo es para guiarnos a toda la verdad; y el hecho de que pueda hacer esto significa que también tiene la habilidad de comunicarse con nosotros.

En Romanos 8:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”

Toda persona nacida de nuevo es guiada por Espíritu Santo; es decir, tiene la habilidad para recibir dirección del Espíritu Santo.

Otra cosa que hace el Espíritu Santo es convencer.

En Juan 16:8 dice: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.”

Es decir, esta convenciendo al mundo de su pecado. O como dice la nota marginal de este verso en la Nueva Versión Internacional: “Pondrá en evidencia la culpa del mundo.”

Otra cosa más que hace el Espíritu Santo es hablar.

En Gálatas 4:6 dice: “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”

El Espíritu Santo esta clamando desde nuestro interior Abba (Papito), Padre para demostrar que somos hijos de Dios.

En los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis en el mensaje a las iglesia el Espíritu Santo habla siete veces (2:7, 2:11, 2:17, 2:29, 3:6, 3:13 y 3:22).

Esto no solo nos habla de su capacidad de hablar sino también de su inteligencia para dar mensajes.

Otra acción que hace el Espíritu Santo es enseñarnos.

En Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

La capacidad de enseñarnos es una habilidad de una persona.

Finalmente otra acción que hace el espíritu Santo es interceder por nosotros.

En Romanos 8:26-27 dice: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

El Espíritu Santo intercede por nosotros en momento de necesidad.

Vemos que el Espíritu Santo guía, convence, habla, enseña e intercede, las cuales son características de una persona.

1. La tercera razón por la que el Espíritu Santo es una persona es porque en la Biblia es tratado como una persona.

Un ejemplo de esto lo vemos en Hechos 5:1-10 en el caso de Ananías y Safira: “Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.”

En este vemos que Ananías y Safira intentaron mentirle al Espíritu Santo; y el hecho que hicieran esto significa que lo consideraban una persona.

En Hechos 7:51 dice: “¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

El hecho de que podía ser resistido es prueba que es considerado como persona.

En Marcos 3:28-29 dice: “De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.”

Una blasfemia se hace contra una persona.

Estos pasajes y otros más nos muestran que el Espíritu Santo es tratado como una persona.

De estos tres puntos podemos concluir que el Espíritu Santo es una persona.


El Espíritu Santo es Dios

Habiendo establecido que el Espíritu Santo es una persona ahora vamos ha establecer que es Dios. Veremos cinco razones por las cuales el Espíritu Santo es Dios.

1. La primera razón es que se le trata igual a Dios en la Trinidad.

Una de las razones por las que decimos que el Espíritu Santo es Dios es por el hecho de que se le trata como igual a Dios en la Biblia.

En Mateo 28:19 en la fórmula bautismal dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Es decir, los tres miembros de la Trinidad están involucrados.

Lo mismo ocurre en la bendición apostólica en 2 Corintios 13:14: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”

Otra forma de ver esta similitud es viendo la forma que se aplicaron los versos del Antiguo Testamento en el Nuevo cuando se habla de Dios el Padre (Jehová).

En Isaías 6:1-10 dice: “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.”

En este pasaje vemos como Jehová el Señor llamó a Isaías para cumplir con su ministerio.

En Hechos 28:25-27 dice: “como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: Ve a este pueblo, y diles: de oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo los sane.”

Aquí Pablo en su último mensaje registrado en Hechos hace referencia a Isaías 6:8-10, pero aquí dice que quien habló fue el Espíritu Santo. Es decir, que mientras en el Antiguo Testamento era Jehová quien hablaba en el Nuevo es el Espíritu Santo.

De ahí podemos ver que el Espíritu Santo es igual a Dios Padre en la Trinidad.

En Juan 12:39-41 dice: “Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane. Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.”

En esta referencia vemos que este pasaje habla acerca de Jesús.

De ahí vemos que el mismo pasaje nos habla de Dios el Padre, de el Hijo y del Espíritu Santo.

¿Cómo nos explicamos esto?

En Isaías 6:3 dice: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos.” Lo cual nos habla de la naturaleza triple de Dios. Además en el verso 8 dice “nosotros,” lo cual al juntarlo nos habla de la naturaleza triple de Dios.

En 2 Timoteo 3:16 vemos mas de esto: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”

En este pasaje Pablo se está refiriendo al Antiguo Testamento ya que aun no se había definido el canos del Nuevo.

En 2 Pedro 1:19-21 dice: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

Aquí vemos que el espíritu Santo inspiró el Antiguo Testamento, por eso, al relacionar los dos pasajes vemos que el Espíritu Santo es tratado como Dios.

De estos y otros pasajes podemos afirmar que al Espíritu Santo se le trata igual a Dios en la Trinidad.

2. La segunda razón es que su Nombre demuestra su Deidad

El hecho que el nombre del Espíritu Santo se junte con el de Dios es una prueba irrefutable que es Dios.

En 1 Corintios 12:4-6 dice: “Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.

Aquí encontramos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en una relación de igualdad.

En Mateo 28:19 vemos que la unión del nombre del Espíritu Santo con el del Padre y el Hijo en la gran comisión es una prueba de su deidad.

Lo mismo ocurre en 2 Corintios 13:14 donde la unión de los tres nombres es una prueba de que el Espíritu Santo es Dios.

Luego concluimos que el nombre del Espíritu Santo demuestra su Deidad ya que va unido al del Padre y al del Hijo.

3. La tercera razón es que recibe el título de Dios

Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido” (Hechos 5:1-10).

La historia de Ananías y Safira es una prueba de que el Espíritu Santo es Dios. En ella cuando se habla de mentirle a Dios se dice que le mintieron al Espíritu Santo.

Si mentirle a Dios es mentirle al Espíritu Santo entonces el Espíritu Santo es Dios.

4. La cuarta razón es que el Espíritu Santo tiene atributos divinos

Dios tiene cuatro atributos: eternidad, omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia; si el Espíritu Santo también las tiene es porque es Dios.

En Hebreos 9:14 dice: “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Aquí vemos que el Espíritu Santo es eterno; es decir no tiene principio ni fin de días como Dios.

En 1 Corintios 2:10-13 dice que el Espíritu Santo todo lo sabe: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.”

En Juan 16:12-13 dice: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

De aquí vemos que el Espíritu Santo es omnisciente, ya que no solo conoce toda la verdad, sino también el futuro.

En Lucas 1:35-37 vemos que el Espíritu Santo todo lo puede: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios.”

En este pasaje se muestra al Espíritu Santo como un ser omnipotente; podemos parafrasear el verso 37 de esta manera: “Si el Espíritu Santo puede hacer que una virgen conciba, puede hacer cualquier cosa.”

En el Salmo 139:7-10 dice: “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

El hecho que no podamos escondernos del Espíritu Santo es una prueba de que esta en todos lados, es decir, es omnipresente.

Hemos visto que el Espíritu Santo tiene los cuatro atributos de Dios: eternidad, omnisciencia, omnipotencia y omnipresencia, por lo que concluimos que es Dios.

5. La quinta razón es por sus acciones

Veamos tres acciones que demuestran que el Espíritu Santo es Dios.

En Isaías 7:14 nos habla acerca del nacimiento virginal: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”

En Mateo 1:18-25 vemos el cumplimiento de esta profecía: “El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”

En el cumplimiento de la profecía vemos que María engendró a Jesús del Espíritu Santo; y para que no tengamos dudas, el verso 25 dice que María y José no tuvieron relaciones sexuales sino hasta después del nacimiento de Jesús.

El hecho de producir un embarazo y nacimiento sin la participación natural de un hombre es una prueba que el Espíritu Santo es Dios.

En 2 Samuel 23:2-3 vemos otra prueba que el Espíritu Santo es Dios: “El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua. El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios.”

Aquí vemos al Espíritu Santo como inspirador de las Escrituras. David dice que el Espíritu Santo puso palabras en su boca y habló por él.

En 2 Pedro 1:19-21 dice: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

El Espíritu Santo fue el agente por el cual fueron inspiradas las Escrituras, lo cual demuestra que es Dios.

Finalmente veremos que el Espíritu Santo estuvo presente en la creación.

En Génesis 1:1-2 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Al momento de la creación el Espíritu Santo estaba ahí.

En el Salmo 104:30 dice: “Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.”

El Espíritu Santo tiene poder creador.

En Job 33:4 dice: “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.”

No solo tiene poder para crear sino también para dar vida, lo cual demuestra que el Espíritu Santo es Dios.

Con estas acciones demostramos que el Espíritu Santo es Dios.


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